29 de diciembre de 2014

Los últimos días del año

Ya casi recuperado de unas puntadas en el estómago y malestares de todo tipo, aproveché "la hora de la siesta" para hacer lo que corresponde en esa franja horaria: dormir, y obtener ese descanso reparador que hacía como 3 días no lograba conseguir. Hablando con mis amigos, la mayoría coincide es que con estas temperaturas (35º C), no dan ganas de nada, pero me fastidia un poco tener que hablar de lo mismo cada vez que llega el verano. Es que, si nos ponemos a pensar, tanto el frío como el calor extremos nos obligan a cambiar nuestro ritmo de actividades. Lo peor de todo es caer enfermo en esta fecha, cuando no encontrás un médico en ninguna parte, y los pocos que hay te tratan como si fueras algo molesto que les impide seguir rascándose las bolas. Esto se debe, en parte, a los asuetos y feriados que se otorgaron por doquier. Me parece bien que el 24 de dic. o el 31 de nov. haya asueto, pero nada más. Todo lo que se hizo después es extemporáneo y no refleja la realidad de un país de se dice pujante, productivo, y otros calificativos más. Sería bueno que alguien se tome el trabajo de averiguar si en otros países desarrollados sucede lo mismo, y si les cambia la vida a sus habitantes el hecho de tener que ir a trabajar el 2 de enero, por ejemplo, cosa que aquí no ocurrirá. En fin, mejor me dejo de renegar y voy a mitigar el calor con el aire acondicionado. Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...