8 de marzo de 2009

Domingo 8 AM

Domingo, 8 de la mañana. Como me desvelé, desayuné temprano. Salí a comprar el diario y me enfrento como puedo al día depresivo y melancólico por excelencia (algunos logran mitigar ese vacío interior haciendo asados o viendo fútbol) . Hace frío, y apenas abro la puerta regreso raudamente para rescatar de las catacumbas del placard algún suéter que acuda en mi auxilio y me salve de una pulmonía prematura. No anda casi nadie en las calles, algunos chicos semiborrachos, pero que por suerte para mi integridad física no muestran signos de agresividad. Algunos compran facturas en la panadería (comer facturas después de haber bebido no me parece una buena combinación, pero allá ellos). El cielo plomizo presagia una lluvia, aunque con el viento que barre las nubes rápidamente nunca se sabe. Estoy tranquilo, hojeando el diario, y creo que será uno de los últimos diarios impresos que compre, porque no me resulta muy motivador pagar 6 pesos para leer noticias de ayer que los canales de TV repitieron hasta el hartazgo y mucho menos una revista dedicada casi íntegramente al Día Internacional de la Mujer. Pensé en comprar la Revista Noticias, que realmente vale la pena, pero tampoco pienso pagar el valor que los señores de Editorial Perfil han fijado para sus productos. El diario Perfil me gusta, pero tiene tanto texto que nunca termino de leerlo completo, además de que la revista dominical es una mierda, peor aún que "Viva". En fin, pequeñas crónicas de un domingo matinal.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...