14 de septiembre de 2014

La historia de La Mona

No hay nada más cierto que aquel viejo adagio que reza: "La mona, por más que se vista de seda, mona queda". Es algo que lo vemos todo el tiempo, en particular en el comportamiento de los "nuevos ricos". Lo primero que hacen, por supuesto, es cambiar el auto y elegir un modelo que impacte lo suficiente a fin de impresionar al resto. No importa que vivan en una choza, o que vivan en la casa de la madre, o que paguen alquiler: lo primero es el Audi o (si no les alcanza para tanto) el Toyota Corolla. Ellos quieren el "cero", el cero kilómetro. Cero kilómetro es igual a cero cerebro. Porque aquellos que supimos conocer al nuevo rico cuando no era tal, sabemos cómo es, y que siempre buscó vivir de las apariencias tomando cafecitos y leyendo el diario aquí o allá. 
Otra cosa es el funcionario público: si es un inútil, si no sabe expresarse, si no cumple funciones concretas, puede estar rodeado por decenas de asesores, pero igualmente seguirá siendo incapaz para proponer algo coherente. Y menos aún, para cumplir con las demandas de la sociedad. Por supuesto, no basta con la oratoria florida al mejor "estilo Capitanich". Es dar vueltas sobre lo mismo, meter palabras al pedo donde más se pueda para así zafar del molesto trámite que para ellos significa enfrentarse ante la requisitoria de la prensa. Nora de Lucía, la Ministra de Educación bonaerense, es un ejemplo cabal de ineptitud: la escuché en el discurso de inaguración de la Escuela Especial Nº 502, en nuevo edificio sobre la calle Chacabuco, y realmente daba vergüenza. No sabe un carajo de educación, de hecho ni siquiera es pedagoga: es abogada. No significa esto que un abogado sea incapaz para ocupar un puesto en educación, pero habiendo tantas personas capaces, con buenas intenciones...por qué sigue prevaleciendo la "dedocracia"? Mientras nosotros establecemos alianzas con países tanto o más pobres que nosotros, como son los del Mercosur (excepto Brasil), mientras sigue en el aire una CNN Bananera como lo es Telesur, hay países que miran hacia otro lado. No voy a mencionar a Chile, porque es mentira que en el vecino país se viva tan bien como se dice. Lo único bueno que se hizo fue establecer un "preacuerdo" comercial con China, que es sólo un pre-acuerdo, dado que los chinos no son boludos y no desembolsarán un sólo yuan hasta que la Argentina no salga del default. La nacionalizada YPF aumenta los combustibles todos los meses, y como es lógico suponer, esto impacta en todo el parque automotor. Así es difícil que se llegue a una transición ordenada, cuando es el mismo oficialismo el que parece hacer todo lo posible para que no suceda. 

De todos modos, las elecciones llegarán, habrá alianzas y matrimonios por conveniencia, tendremos un nuevo Presidente, y probablemente no resuelva nada urgente, sino que buscará diferenciarse de su antecesor. Si uno nacionaliza, el que sigue privatiza. Si uno es proteccionista, el que sigue es liberal. Si uno defiende la industria nacional, el que sigue importará hasta los botiquines de los baños. Así funciona. Todo parece volver en esta Argentina cíclica. Como decían mis abuelos: "esta película ya la vimos...". Punto final.

Cayéndose a pedazos

  Nos estamos cayendo a pedazos. Más allá de lo desastroso que es el gobierno de Milei, y que salta a la vista, hay otros aspectos a conside...