17 de septiembre de 2014

Un día común en la superficie

Miércoles cálido y agradable en la ciudad. Ya es de noche y, conforme crece el calor, empiezan a aparecer los primeros mosquitos. Hablando un poco de política internacional, me da mucha satisfacción ver el orgullo y los cojones del pueblo escocés para pretender independizarse del Reino Unido. Sea cual fuere el resultado del referéndum, el hecho de abrir la discusión y de que los ingleses estén cagados hasta las patas pensando que se les va un trocito del Imperio, no deja de resulta interesante. Sobre todo en un mundo donde todo es tan fugaz y efímero, donde Internet ha posibilitado que un hecho que sucede en Japón podamos conocerlo en Argentina "a un clic de distancia". Quizás sea por ello que el diario impreso, el "diario en papel", busca una y otra vez reinventarse para seducir a los lectores y no perder público frente a los medios de comunicación online. 
Escocia está frente a una oportunidad histórica de convertirse en una República, de que su pueblo deje de ser súdbito de una monarquía totalmente inmoral y anacrónica. Muchos escoceses pelearon en la Guerra de Malvinas por el mero hecho de pertenecer al Reino Unido, no porque tuvieran una cuestión personal contra la Argentina. Ojalá las cosas cambien, Escocia pueda obtener su independencia, y no estar atada a las decisiones de un Primer Ministro que siempre los ha subestimado, hasta ahora, que con el agua al cuello salió a prometer esto y aquello. Demasiado tarde, señor Cameron. Aguante Scotland!!! Punto final.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...