7 de septiembre de 2014

The city where I always fell asleep


Domingo radiante en la ciudad. Recuerdo cuando estudiaba Periodismo en Buenos Aires, y cómo ansiaba regresar a Lobos los viernes, apenas terminaba de cursar. No sé por qué, pero nunca conviví con la bohemia de Baires, con sus boliches, etc. De hecho, creo que la última vez que viajé a Buenos Aires fue en 2011, a pasear y comprar boludeces, cuando todavía se podía hacerlo. En aquel momento el pasaje de la combi salía 30 o 40 mangos, y hoy cuesta más de 100. Tiempos de cambio...
Con mi familia, ahora, acostumbramos ir al Conurbano, a los shoppings de Lomas o de Canning, a los hipermercados...queda mucho más cerca de Lobos, no tenés que pagar infinidad de peajes, y encontrás casi lo mismo que en cualquier shopping de Baires, con la diferencia de que no hay tanta marginalidad alrededor. La verdad es que no extraño a Buenos Aires, me parece una ciudad al borde del colapso, muy distinta a la que yo conocí allá por 1997. Es curioso pensar que mucha gente se quiere ir del loquero, y otros van (sobre todo estudiantes) para cumplir diferentes propósitos. Hay muchos porteños viviendo en Lobos, y los reconocés al toque por la forma de hablar, de actuar, de comportarse... en fin, por todo aquello que la gente del Interior aborrece del porteño. Es frecuente verlos a un Bar muy conocido de la calle 9 de Julio e intentar comportarse como pueblerinos, pero el "esfuerzo" resulta en vano. Son los denominados "pelotudos importantes".

Sin embargo, algunos de los recién llegados a nuestra ciudad, que están jubilados, aburridos, o son simples oportunistas, logran una aceptación social llamativa, sustentada fundamentalmente en el "verso" o chamuyo. Pero también es cierto que emprendimientos comerciales que ya no son novedosos en los grandes centros urbanos, arriban aquí como si fueran lo mas "cool" que uno pudiera conocer. 

 En fin, me voy a dar un paseo por el Centro, que seguramente debe estar dormido. Punto final. 

Octubre

  Faltan dos meses para que termine el año. No podría afirmar si es mucho o poco. Es lo que hay, y cada uno avanza a su propio ritmo. Por es...