1 de septiembre de 2015

Buscando un símbolo de paz


Martes al mediodía en la ciudad. Arrancamos septiembre con todo, con ganas de seguir adelante con el blog. Ya van más de 10 años y no voy a tirar tanto esfuerzo por la borda en este momento. Y cuando digo "en este momento", me refiero a que los textos quizás han adquirido un tinte político, pero en natural que así sea, porque estamos a poco más de un mes de una instancia trascendental y yo, como cualquier ciudadano, no puedo permanecer ajeno.

 Lo bueno es que acá en Lobos, como periodista y profesional de los medios, me relaciono sin ningún problema con vecinos de cualquier extracción política, los escucho, los entrevisto, y les doy lugar en mi Web. Que sean los lectores de la nota quienes emitan un juicio de valor, no yo, que oficio de un mero escriba y me limito a escuchar lo que me dice el entrevistado. Lo que está bien a mi modo de ver, lo digo sin pelos en la lengua, porque a esta altura quienes me conocen no me pueden acusar de oficialista o demagógico. Y lo que me parece fuera de lugar, también lo digo, porque "no todo es jauja" y el paso del tiempo nos permite ver que determinadas expresiones son desafortunadas, que las chicanas políticas están a la orden del día, y esas boludeces típicas de campaña que no van conmigo. Sirven para llenar las páginas de los diarios y para hablar de algo en las mesas de café, pero no aportan nada, no hacen que la gente piense, porque es una ironía o un "tiro por elevación" a un dirigente de otra fuerza política que flaco favor le hace a la democracia y a ser, como sostengo siempre, esclarecedor en la polémica. Esa es nuestra función, ser esclarecedores en la polémica: cuando el río está revuelto, aportar algo de sensatez para que la opinión pública no se quede con el "corre, ve y dile", que tanto les gusta a los políticos, o con la radio pasillo. El rumor hay que chequearlo en su veracidad, caso contrario es "primicia para hoy y vergüenza para mañana". Punto final.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...