15 de febrero de 2016

Macri y la inflación

A poco más de 60 días desde que Macri asumió el Gobierno, la paciencia de la gente ya se empieza agotar. Como hemos dicho en este blog varias veces, el primer golpe que uno siente es cuando le tocan el bolsillo. Y la inflación no cesa. Podríamos hablar largo y tendido de quienes son los "formadores de precios", desde que la yerba, el azúcar, o el dulce de leche sale de la fábrica hasta que llega al supermercado. Y de quién se queda con la mayor tajada. Pero lo cierto es que Macri está implementando un sistema similar al de "precios cuidados", del cual él mismo renegó siendo candidato. ¿Será la solución "enfriar la economía? Esa alternativa tiene sus riesgos. Al haber menos circulante en la calle, la gente consume menos y la inflación tiende a bajar. Pero ello genera recesión. El equipo económico del Presidente no tiene la menor idea de qué hacer ante esto. La gente no puede, como pretende el Gobierno, perder tiempo entrando por Internet a las páginas de todos los supermercados para buscar los mejores precios. Me hace acordar a una versión aggiornada de lo que recomendaba Lita de Lázzari: "camine, señora, camine". Por supuesto, la inflación comenzó a dispararse mucho antes de que Macri asumiera: entre noviembre y diciembre de 2015, los precios aumentaron de un modo desmesurado. Pero la realidad es que hoy "Mauricio" es el Presidente y tiene que resolver varios frentes de tormenta. 

En primer lugar, las negociaciones por paritarias son desprolijas. Primero el Jefe de Gabinete habló de una recomposición del 25 %, pero la reacción negativa fue tal que se vio obligado a decir que "las paritarias no tienen techo". Y es casi un hecho que las clases no van a empezar el 29/2, y como todos sabemos, tampoco se podrá cumplir con los 180 días de escolaridad establecidos por Ley. Pero los sindicalistas tienen "la manija". Se arrogan el derecho de los afiliados y llevan agua para su molino. Estoy seguro que si a Baradel o a Moyano les ponés sobre la mesa una valija llena de guita, te dicen: "listo, muchachos, todo resuelto". Lo que pasa es que el Sindicato de Camioneros es uno de los más poderosos de la Argentina. Si ellos quieren, paralizan el país. ¿Por qué? Porque todo el transporte de alimentos, insumos para las farmacias, medicamentos, o lo que sea, lo tienen ellos. Porque desde que Menem desmanteló la red ferroviaria, ya quedan pocos trenes de carga, aquellos que unían a los pueblos chicos que hoy cayeron en desgracia. Un pueblo sin tren, es un pueblo muerto. Fue así como, durante décadas, Moyano se hizo fuerte y sabe que tiene el poder para hacer un paro cuando le plazca. Es perverso, pero es así. 

Las paritarias de todos los sindicatos están es "stand by". Sólo unos pocos llegaron a un acuerdoo con el Gobierno. ¿Y que pasa con aquel que no tiene ningún sindicato que lo represente, porque es peón de campo, jornalero, y lo "negrean"? Se pasan por el culo el Estatuto del Peón Rural que tanto ponderó Cristina. Andá a cualquier estancia del Interior y preguntale a un peón si tiene un recibo de sueldo. Y vas a ver lo que es tener que laburar sin obra social, sin jubilación, y con todos los derechos vulnerados. Ellos, los de Gobierno que se fue y los del Gobierno que está, lo saben muy bien. Entonces no nos tomen por estúpidos, queremos un índice de desempleo real, estadísticas fehacientes, y en ese sentido confío en que las nuevas autoridades del INDEC las brinden. Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...