18 de junio de 2016

Poner las manos en la masa

Sábado soleado en la ciudad. Hay veces que uno no tiene ganas de pensar demasiado, porque vemos que por más vueltas que demos, las cosas no se resuelven. Ni el país ni una ciudad solucionan sus problemas en una mesa de café, hace falta tener una visión superadora de lo que está sucediendo. El gas, el agua potable, las cloacas, la luz y todos los servicios, no deberían ser un "plus" o un privilegio de algunos barrios de Lobos, sino que todos deberían gozar de los mismos, tener los mismos beneficios para que no haya que acarrear más garrafas, ni comprar leña. Una de las palabras que más les gusta a los políticos es "gestionar": es muy curioso dado que por gestionar, ellos entienden el hecho de ir a entrevistarse con un Ministro y explicarle lo que se necesita, como si con eso bastara para que alguien se haga eco de los reclamos. Esas "gestiones", no se traducen en beneficios concretos. Porque cada Ministro o funcionario no puede complacer a todos los Intendentes que les piden algo. Además, por lo general, priorizan a los que son del Conurbanos. Por lo tanto, hay que buscar otra manera de que las cosas lleguen a la gente. En lugar de gastar en boludeces que cuestan bastante al bolsillo del contribuyente, demuestren que la plata de las tasas e impuestos sirve para mejorar la calidad de vida de todos. Den un incentivo para pagar, de forma tal que el vecino sienta que su plata no va a parar a un agujero negro. 

Hay que continuar arreglando calles que están llenas de baches, invertir en educación, que los programas culturales no sean solamente para la gente de la zona urbana y que también lleguen a la zona rural. Ponerse de acuerdo en el Lobos que queremos, en el perfil de ciudad que pretendemos para los próximos 10 o 20 años. No hace falta crear nuevas dependencias, cargos o Secretarías, sólo es cuestión de ponerse a trabajar, pensando que están ocupando un lugar que sin el voto del pueblo no hubiera sido posible. Y lo mismo cabe para los estamentos superiores. Ya tuvimos 12 años de corrupción y mentiras y necesitamos volver a creer en nosotros mismos, en lo que somos capaces de hacer. Punto final.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...