20 de junio de 2016

Salir de la rutina típica del feriado

Los feriados no siempre fomentan el turismo. En las condiciones actuales, hasta los comercios céntricos abrieron sus puertas cuando antes no lo hacían. El Día del Padre, más allá de lo que signifique para cada persona, hizo que los locales decidieran abrir viernes y sábado, porque era la oportunidad que tenían de incrementar sus ventas. Siempre habrá gente que podrá tomarse estos días no laborables como vacaciones, pero son los menos. Para el resto de la sociedad, representan un parate importante en la economía. Del viernes a hoy, pasaron cuatro días sin actividad en la administración pública, en los consultorios médicos, en un montón de lugares esenciales. Y lo que suele suceder, es que al día siguiente de los feriados, las colas para hacer cualquier trámite o para atenderse con el médico de confianza se vuelven interminables, en esta suerte de "cuello de botella" que se produce luego de tantos días que traen alivio a unos y más problemas a otros. 

Hoy, Día de la Bandera, es un buen momento para reflexionar: ¿Cuál es tu bandera? ¿Cuáles son las banderas que llevamos en alto a diario y que forman parte de nuestros principios y convicciones? Cada uno tiene determinados valores que prioriza por encima de otros. La familia, la pareja, el trabajo, la salud, y el dilema es ver cómo hacemos para separar la paja del trigo, para darnos cuenta de lo realmente importante. Muchas veces vamos caminando por la vida con una mirada demasiado estrecha de lo que somos, y tampoco nos valoramos, no somos conscientes de nuestro potencial. Hay personas extremadamente talentosas que hacen un trabajo rutinario y aburrido, y otras que son ineptas y sin embargo creen que tienen habilidad para el arte o la literatura. El valor te lo das vos mismo, vos sos quien tenés que demostrar que valés, que podés. Ese deseo de superación tiene que estar presente más allá de la situación del país, que por supuesto nos excede. Tiene que nacer de nosotros, y la verdad es que no es fácil. Uno está acostumbrado a hacer lo mismo de siempre, y entonces no arriesga. Y muchas veces, arriesgando no se pierde demasiado, es simplemente cambiar tu forma de pensar, abrir la cabeza hacia cosas nuevas que te hagan sentir mejor, y que no necesariamente impliquen un gasto de plata. En tiempos donde predominan "las tres pantallas" (TV, computadora y celular), tomarse un momento para leer un libro o para escuchar un buen programa de radio nos saca de la mediocridad. De la temperatura, del estado del tránsito, de las rutas, de los choques...basta. Hay gente que sabe hacer radio despojándose de la inmediatez, que te envuelve en un universo desconocido, recomendándote un disco o una película, y eso es maravilloso. De algún modo, todos luchamos por salir de la rutina, y en un momento dado te das cuenta de eso, no surge de un día para el otro. Emerge cuando comprendés que hacer siempre lo mismo cansa, aburre, agota, y no te aporta nada en tus ratos de ocio. Como decía una frase célebre, "quien entiende esto, entiende la vida". Punto final.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...