24 de enero de 2017

De regreso...

Todavía siguen las repercusiones por la asunción de Donald Trump como Presidente de los yanquis. Qué hipocresía: en lugar de mirarnos un poco el ombligo, nos rasgamos las vestiduras por un tipo que ni siquiera votamos y que no es asunto nuestro. Los referentes de la pseudo izquierda también se muestran horrorizados, cuando nunca tuvieron la capacidad de seducir al electorado y ser Gobierno. En efecto, no ha habido un sólo presidente de izquierda en Argentina, hubo algunos que tuvieron un perfil más social pero sin llegar a embanderarse con el Che o con Fidel. Sería tarea ardua indagar en manifiestos y posturas ideológicas, lo cierto es que hay gente que dice pertenecer a determinado partido y no conoce los postulados básicos, la carta orgánica de ese espacio político. Si todos quienes se dicen peronistas siguieran los fundamentos de Perón...si todos los que se autoproclaman radicales siguieran el ejemplo de Yrigoyen, Alem o Alfonsín...pero no, poco importan los principios, mientras te pongan en una lista sábana de candidato y tengas la chance de acceder a un "puestito", todo bien...dale que va. 

Este año, será clave políticamente para Cambiemos. La ciudadanía ya está harta de excusas, de promesas. No quiere más anuncios, quiere ver hechos. Por eso, en la medida que no se concrete la tan ansiada recuperación económica y el control de la inflación, esto va por mal camino. Del mismo modo que se están perdiendo miles de puestos de trabajo del sector privado porque las empresas están en crisis. Hace falta lanzar un plan de reactivación y de incentivo al empleo, porque de lo contrario no habrá soluciones mágicas, y el malestar social se agudizará. Si no hay un golpe de timón, el oficialismo se encamina a una derrota en las elecciones. Si sucede esto, no ocurrirá el Apocalipsis, pero será un llamado de atención para las autoridades, que ya no dispondrán de todo el apoyo popular y estarán en clara desventaja en el Congreso.
Aunque como bien me dijo alguien, a veces no nos quede otra que elegir entre el espanto (Macri) y el terror (Scioli). Punto final.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...