28 de enero de 2017

Que levanten las barreras y nos dejen exportar

Es increíble cómo pasa el tiempo: ya estamos a fines de enero, un mes que suele ser bastante intrascendente, con mucha gente que se queja durante todo el año pero que no se priva de tomarse vacaciones. Por supuesto, están en todo su derecho de hacerlo, pero te produce un poco de bronca cómo se rasgan las vestiduras y después los ves subiendo las fotitos a Facebook, muchas veces antes de regresar, con lo cual un chorro cualquiera puede aprovechar la falta de habitantes en la vivienda y robar todo. Ya ha pasado innumerables veces, pero hay gente que no resiste el ego y cierta dosis de vanidad, el hecho de mostrarle a los demás "mirá dónde estoy", para así recibir comentarios en la red social. Quienes tienen la posibilidad, dejan a una persona de confianza a cargo de la casa, precisamente para evitar esto, que los delincuentes adviertan la falta de movimiento en la finca e intenten robar. Tomarse un descanso es necesario para todos, y cada uno lo hace como puede. Algunos permanecen unos días alejados de su trabajo y de la rutina, y quienes tienen unos mangos se van a nuestras conocidas playas o al Exterior. Todo va en el presupuesto y en las ganas de cada uno. Con un dólar que cotiza a $ 16, tenés que desembolsar un buen fajo de pesos argentinos para conseguir los ansiados billetes verdes y pensar en viajar fuera del país. Brasil es una buena opción, porque no está tan dolarizado el turismo, pero todos los años las noticias nos hablan de varios turistas argentinos muertos, ya sea por falta de precaución o porque eligieron playas muy alejadas, donde son víctima fácil del delito. El vecino país es tan subdesarrollado como nosotros, sólo que tiene mayor extensión y está más industrializado.

 Si nos detenemos a mirar un producto de perfumería, por ejemplo, veremos que muchos de ellos son importados de Brasil, desde un dentífrico hasta un shampoo. Por eso no veo mal que el Gobierno pretenda integrarse a la Alianza del Pacífico, que es un bloque comercial como el Mercosur, pero con otras necesidades y demanda de productor. Pero claro está que se debe seguir priorizando el Mercosur, y que no haya conflicto de intereses. Debemos exportar más a países como Chile y Perú, en particular todo aquello relacionado con la producción agropecuaria. Nos jactamos de que la carne argentina es la mejor del mundo, pero nuestro país hace tiempo que dejó de ser el primer exportador mundial, en parte por la pésima política que tuvo el kirchnerismo con el sector. Errónea por cierto, ya que pensar o suponer que todo aquel que tiene vacas es un oligarca resulta simplista y equivocado por donde se lo mire. Será cuestión, pues, ya que el mercado interno está tan resentido, de brindar incentivos a la exportación. Y para ello, hace falta establecer acuerdos entre los países para bajar los aranceles. Punto final.

¿Quiénes son los próceres del siglo XXI?

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