11 de enero de 2017

La vergüenza del PAMI

Miércoles por la mañana en la ciudad. Sinceramente, preocupan las restricciones que el Gobierno Nacional pretende imponer a los afiliados de PAMI, sobre todo en lo que respecta a los descuentos en los medicamentos. Estoy de acuerdo con que puede haber abusos o situaciones irregulares, pero si es así debe realizarse una auditoría y analizar caso por caso, para determinar quiénes tienen un patrimonio holgado que les permitiría solventar una prepaga y quiénes no pueden hacerlo. El PAMI, desde que tengo uso de razón, ha sido la "caja" de todos los gobiernos, hasta que llegado un momento la obra social colapsa y permanece cortada por varios meses, y la mayoría de nosotros tenemos a un familiar o una persona de la Tercera Edad que trabajó toda su vida y necesita de medicación adecuada, propia de su edad y de los achaques de la vejez. No se puede deducir que por tener un determinado modelo de automóvil o por el valor del inmueble donde uno vive, ya merece estar fuera de la cobertura. 

Las declaraciones de los ministros y del titular de PAMI, diciendo que una persona que veranea en Punta del Este tiene los recursos suficientes para solventar sus gastos médicos, son obvias, y nadie va a discutir eso. También escuché a altos funcionarios argumentar que muchos afiliados de PAMI anteriormente tenían una prepaga como OSDE  o Swiss Medical (por citar dos nombres al azar), y que luego cuando alcanzaron la edad necesaria decidieron cambiar para acceder a las prestaciones de la obra social de los jubilados. Esto podría considerarse un abuso, y en tal caso es comprensible que se establezcan ciertas pautas o requisitos para evitarlos. El problema es que se informa poco y mal, y en consecuencia es natural que buena parte de nuestros abuelos que integran el padrón de PAMI reaccionen indignados. Señores, tener un auto modelo 2007, a modo de ejemplo, no es un lujo ni un privilegio. Ni debería serlo. Hagan un trabajo responsable y en serio, no salgan a "cortar cabezas", porque después sucede lo de siempre, cuando una medida impopular como ésta provoca el rechazo de la mayoría, salen a retractarse o a decir que en realidad no era tan drástico el recorte como habían anunciado. No se metan con los viejos, por favor, de un modo tan intempestivo e irracional, sin antes realizar una auditoría, porque probablemente muchos funcionarios de segunda línea del mismo gobierno, que cobran más de $ 20.000, estén accediendo a los beneficios de PAMI y ustedes no lo saben. Sencillamente, por esa maldita costumbre de mirar la paja en el ojo ajeno sin medir las consecuencias. Punto final. 

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...