4 de enero de 2018

CAMINANDO LA CALLE EN MEDIO DE LA OLA DE CALOR

Me reencuentro con ustedes luego de un par de días de ausencia, que me tuvieron con mucho trabajo por delante, gastando suelas, caminando la calle, recorriendo oficinas y despachos. Hoy mismo, caminé decenas de cuadras para hacer cobranzas, entrevistas, e ir poniendo las cosas en orden. Soy optimista, de a poco se irá mejorando lo que haga falta. 

Por lo pronto, me mantengo ocupado en una actividad que me genera ingresos, como es el periodismo. No es fácil vivir de esto, menos aún en Lobos. Pero es un desafío más importante hacer prensa en un pueblo chico, que en una gran ciudad. Acá te cruzás todos los días con los mismos tipos que criticaste en una nota. O te hacen planteos repecto a algo que no les gustó. Por eso en esta profesión hay que aprender a escuchar antes de hablar. 

Fue así como, desafiando los 36 grados, estuve desde las 16 hasta las 20 hs, de aquí para allá, sin contar las horas de la mañana. A veces hay más carga horaria, depende del día y de lo que acontezca en la ciudad. Desde hace dos o tres años, vengo notando que enero no es un mes tan "quieto" como antes. La vida sigue, más allá de que muchos se tomen un receso o unas vacaciones. Y eso que estamos en el día 4. Para mediados de enero, la actividad se tornará más intensa, ya sea cultural o política, y hay que estar cubriendo lo que ocurra, dentro de lo posible. 

No me quejo de lo que hago, porque yo lo elegí, y si bien podría hacer otras tareas, no me dan los tiempos. El día que la situación económica mejore y pueda delegar en otra persona determinadas cosas, veremos. Por ahora, me sostengo a mí mismo, y espero que este 2018 traiga consigo mucho trabajo para todos, que no falte el pan en la mesa de ninguna familia, y que si hay que despedir a alguien, sea con motivos fundados (justa causa). Al comienzo de esta nota afirmé que soy optimista, pero eso no me impide ver la realidad, y sentir preocupación como la mayoría de los asalariados. Lamentablemente, hay cosas que no está en nuestras manos resolver. Para eso votamos cada 2 años, y no hay mucho más que se pueda hacer. Punto final.

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...