14 de enero de 2018

Rescatar al árbol que da frutos en medio del bosque hostil

Hola amigos, me reencuentro con ustedes luego de un nublada y calurosa tarde de sábado, con pronóstico de nuevas lluvias, el cual veremos si se cumple. Por el momento, sólo hay ráfagas de viento, de variada intensidad. La verdad es que, en esta oportunidad, lejos de quejarme, quiero agradecer a mi familia, a mis amigos, a ustedes que están leyendo esto, ya sean 10 o 100 personas. Son la motivación y el estímulo para el trabajo diario.

Es verdad que las cosas me podrían ir mejor, aunque también es cierto que a menudo uno no tiene en cuenta los saltos de calidad que fue dando, sólo ve los tropiezos, lo cual es un error. Hay que ser más cariñoso con el ego, sin que ello te haga sucumbir en la vanidad. Como he dicho varias veces, sigo aprendiendo y lo haré hasta el día que me vaya de este mundo, tanto de las cosas que no volvería a hacer, como aquellas que debería comenzar a implementar. Comprendí que hay cosas que sí podemos resolver y que está en nuestras manos hacerlo, de manera que no tiene sentido quejarse o reclamarle nada a nadie. 

Reitero que en este posteo, debo agradecer a todos quienes me han apoyado siempre para seguir adelante, ya sea en mi profesión, con mi diario digital, o bien en los hechos cotidianos. Son muchas personas, demasiadas para nombrarlas una por una. Muchas veces el árbol nos impide ver el bosque, pero también sucede a la inversa: un panorama poco alentador (el "bosque"), no nos deja ver algo bueno que nos está pasando (el "árbol"). Creo que lo fundamental es estar sano, o poder tratarse adecuadamente aquel que tiene una enfermedad. De lo contrario, te sentís limitado, preso de tu propio cuerpo, y no podés rendir al 100 %, por más plata que tengas. Son cuestiones que todos conocemos y sabemos, pero que las dejamos pasar, no las visibilizamos. El estrés se paga caro, el no saber manejar las emociones, mucho más. Nos quita ganas, impulso, energía. Y yo no voy a permitir que eso me suceda, del mismo modo que tampoco quiero que les pase a mis seres queridos. Es tan sencillo (y tan difícil a la vez), como darle a cada cosa su justa dimensión. Punto final. 

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...