18 de octubre de 2019

Cuenta regresiva a las elecciones: ¿Ya está todo dicho?

En el plano personal, hay diferentes maneras de medir el éxito, que no siempre tienen que ver con la plata. Formar una familia, poder darles una buena educación a tus hijos, son anhelos de muchas personas que finalmente logran concretarse. Si hablamos de guita, conozco gente que tuvo mucha plata y hoy está arruinada, porque no supo administrarse y derrochó el capital que poseía. Yo nunca tuve mucho dinero, más que para mis gastos y comprarme algo que me gusta ocasionalmente. Y si alguna vez se encontré más holgado de bolsillo, todo eso fue destinado a pagar gastos o a invertir en lo que vengo haciendo. Me pasó hace unos meses, que debí pagar para renovar el "hosting" de mi diario digital. Podría haberlo postergado, pero como es mi fuente de ingresos, no puedo arriesgarme a que se "caiga" o desaparezca la página, por respeto a los lectores y anunciantes.

También me encuentro en una etapa en la cual estoy escuchando música que años atrás me provocaba cierto recelo. Por ejemplo, Leonardo Favio. Yo no juzgo a los artistas por su militancia política, tal es así que tengo discos de León Gieco (comunista/socialista), y a veces me conmueve el virtuosismo de Jairo (radical). Los músicos pueden plasmar en sus canciones su modo de ver la realidad basados en sus convicciones. Lo que sí me molesta, es cuando cobran jugosos cachets para dar un show en actos partidarios. Pero bueno, lo que importa es la música, esa obra grabada que persiste a través de los discos o de Spotify. Los grandes cantantes que mencioné no alimentan la "grieta", el material que dan a conocer a su público tiene que ver con sus miradas políticas y es totalmente respetable. 

Ya pasamos holgadamente la mitad del año (nos quedan dos meses para 2020), y espero varias cosas: que no se produzcan incidentes alentados por punteros políticos, que algún "iluminado"encuentre la forma de controlar la economía que definitivamente se ha salido de cauce, que se aplique la Ley de Abastecimiento, entre otras cosas. Yo estoy de acuerdo con que se modifique la Ley de Abastecimiento, no sé si lo mencioné en una nota anterior. La empresas, que son formadoras de precios, acaparan mercadería y no la entregan a los mayoristas hasta que se produce una faltante y aprovechan para "remarcar". Esta historia es harto conocida, y lo curioso es que el texto original de la Ley de Abastecimiento data de 1974, cuando todavía gobernaba Juan Domingo Perón en su efímera tercera Presidencia. 

Definitivamente, las cosas no están funcionando bien, y yo no quiero estar allí cuando todo vuele por los aires. Se puede dar un golpe de timón, se puede cambiar el rumbo, se pueden buscar inversiones. Pero ¿quién va a invertir en nosotros? Es como cuando vos prestás plata: ¿le prestarías plata a un completo desconocido que te prometa que la va a usar para tal o cual emprendimiento? Creo que es cuestión de sentido común. El acuerdo comercial con China  que firmaron los K en su momento parecía cumplir con el declamado propósito de "abrirse al mundo", pero pasó más de una década y los resultados de aquella negociación no arrojaron ningún resultado palpable. Todo sea por que aprendamos a recordar que la "lluvia de inversiones", no fue más que una leve garúa. Punto final. 

Las preguntas obvias también merecen ser respondidas

Con el paso del tiempo, vamos cambiando. Eso no es novedad, lo novedoso es cómo interpretamos ese proceso. El destino nos lleva a enfrentarn...