12 de octubre de 2019

Lluvia furiosa y un momento de distensión


Después de la tormenta siempre llega la calma. Esa calma que tanto necesitamos en los tiempos que corren, esos momentos de ocio y distensión que muchas veces tenemos que postergar. A todos nos hace falta un cable a tierra:  dejamos de pensar del laburo por un momento y nos disponemos a disfrutar de lo que más nos gusta: ver una película, leer un libro, escuchar tu disco preferido…cada uno a su modo. Por lo general aprovecho las horas libres para limpiar la casa, o para cortar el pasto del patio. Esto último me tranquiliza bastante, porque tenés que concentrarte en dejar el césped prolijo y te olvidás del resto. Y si te das maña, no te lleva mucho tiempo. Todo depende de la superficie que debas cortar.  

Estuve bastante fatigado estos últimos días porque no podía dormir bien, me despertaba demasiado temprano y luego no podía volver a conciliar el sueño. Ayer dormí una siesta reparadora que me vino bien para recuperar energías y aquellas horas que permanecí desvelado, mientras el resto de mi familia dormía plácidamente.

La semana pasada, debí pagar una suma importante para renovar el hosting y el dominio de mi diario digital. Para ser más claros, se trata de la plata que uno debe pagar todo los años para renovar ante los entes reguladores que la página pueda seguir estando disponible en la Web. Si no, desaparece. Podría haberme gastado la guita en otra cosa, pero hubiera sido irresponsable de mi parte haberlo hecho. Sería arriesgarse a quedarme sin mi principal fuente de ingresos. Ningún auspiciante me abonaría la publicidad por una página que no se puede ver o que despareció de repente del ciberespacio.

“Cambiar el chip”, la forma de pensar, lleva tiempo. Hay que entrenar el bocho para que podamos otorgarle a cada hecho la dimensión necesaria y no ahogarnos en un vaso de agua. Descubrir aquellos hábitos que no te hacen bien, y que repetís sin tomar conciencia de que lo único que lograr es estresarte más y sumirte en un estado de alteración constante. Total interferencia, como decía Charly en una de sus más logradas canciones. Es común que nos cueste aceptar que el tiempo ha pasado, que no podemos hacer las mismas cosas que antes, que hemos envejecido. 

Es inútil pensar en aquello que no hiciste, seguramente esos proyectos no se pudieron concretar por algún motivo y no fue por una decisión caprichosa tuya. Pero lo que hay que tratar de mantener es la capacidad de mirar hacia adelante, y de actuar evaluando causas y consecuencias. Digo esto aun cuando el contexto que estamos viviendo no sea el más favorable. Por eso, debemos agradecer tener un techo y un trabajo, ya que muchos compatriotas nuestros no tienen ninguna de las dos cosas. Quienes han sacado un crédito UVA o hipotecario se encuentran con que las cuotas cada vez son más altas, por el ajuste de la inflación. Si las condiciones económicas se tornan más previsibles, de más está decir que será un alivio para todos, y el acceso al crédito dejará de ser la vergüenza que es hoy de tener que obtener un préstamo a tasas de usura. Punto final.

Las preguntas obvias también merecen ser respondidas

Con el paso del tiempo, vamos cambiando. Eso no es novedad, lo novedoso es cómo interpretamos ese proceso. El destino nos lleva a enfrentarn...