6 de octubre de 2020

El "naranjagate", algo nunca visto en Lobos

 Este martes tuvo lugar una conferencia de prensa de algunos consejeros escolares de Lobos. El motivo excluyente fue desmentir o quitarle veracidad a los dichos de otra consejera, Mariana Cosso, respecto a sobreprecios en determinados productos que se entregan en los bolsones a las familias. La verdad es que coincido con el colega Gustavo Timo, en que fue vergonzoso presenciar durante casi 30 minutos una sucesión de explicaciones acerca de cómo es el proceso de licitación, cuántos proveedores participan, como si los periodistas fuéramos niños y no lo conociéramos. También es verdad que estos funcionarios educativos, al parecer, no tenían la intención de que estuvieran todos los medios. Varios nos enteramos por otros compañeros de trabajo que sí habían sido invitados al convite. Si hay sobreprecios en el valor de un kilo de naranjas, ni qué pensar de otro tipo de comestibles. Esto no es nuevo, hace años que personas ligadas a este cuerpo colegiado y que piden reserva de su identidad vienen dando cuenta de estas irregularidades. Tampoco se dio el nombre o razón social de los proveedores que abastecen al Consejo para armar los tan mentados bolsones. 

Y si se ningunea a alguien porque prefiere trabajar a distancia, como es el caso de Cosso, estamos en el horno. En tiempos de pandemia, es perfectamente legal hacerlo, y de hecho en varios organismos del Estado hace tiempo se está implementando. 

Me molesta cuando se subestima al periodismo, y se piensa que no tenemos espíritu crítico, o que vamos a escuchar pasivamente y sin pregunta alguna los argumentos que nos pretendan dar. Que no están dirigidos a nosotros, sino a la sociedad. Pusieron énfasis en que fueron elegidos por el voto y que se les paga un sueldo. Pues bien, que honren el cargo para el cual fueron electos. Escuché dos o tres veces el audio de la conferencia, que como mencionaba antes dura más de media hora, y no hallé nada esclarecedor respecto a esta polémica. Una de las consejeras que habló dijo no conocer los precios de las frutas porque "yo no compro", pero lo más grave, es que cuando dijo que por cuestiones estacionales, frutas y verduras pueden variar su precio. Eso lo sabemos todos, lo sabe el ama de casa que va a con el changuito a hacer las compras y los mandados, no hace falta ponerse frente a un micrófono para afirmarlo. Pero, insisto, en que se desconoce el rol del periodismo. Nosotros nos dirigimos a la opinión pública en base a lo que los funcionarios dicen o hacen. Y podemos emitir un juicio de valor si lo creemos necesario, siempre tomando en cuenta esas declaraciones que no son de carácter privado ya que se convoca a la prensa para tal fin. 

Esto es más profundo que pensar cuánto vale un kilo de naranjas y cuánto se pagó por ello. Sepan que la gente no es necia y aunque hablen horas intentando justificar un determinado procedimiento, generan confusión y zozobra entre quienes están viendo o leyendo lo que dicen. Estuvo todo muy guionado, casi en un tono didáctico, cuando el interés de la audiencia por saber lo que está pasando, está en otro lado. Conozco personalmente a muchos de los consejeros actuales y los considero buenas personas, pero reitero que me pareció lamentable presenciar una rueda de prensa en la cual, con sólo hacer una pregunta, quedaban en offside. Veremos qué derivaciones tiene este episodio en el futuro. Punto final. 


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