3 de octubre de 2020

Hay que romper con la era del hielo

Sábado en la era del hielo en Lobos, con el termómetro bastante bajo cuando faltan dos meses para quemar los cartuchos de 2020. Ya habrá tiempo para mirar hacia atrás y ver todo lo que hemos hecho, o no, durante este período. Estoy en la lucha por verme y sentirme mejor, una aspiración que casi todos tenemos, pero que en mi caso le otorgo mayor énfasis cada vez que voy a pesarme y compruebo que tengo sobrepeso. Comer rápido y mal conduce a que la balanza dispare su aguja como un velocímetro. Te das cuenta cuando ves fotos de hace 5 o más años, que lucías este suéter o esa camisa que ahora no hay manera de que quepa en tu anatomía. Hay algunos medicamentos que te provocan aumento del apetito, pero uno opta por tomarlos ya que para algo te los recetaron. Quizás la relación costo-beneficio no sea tan inocua. 

Mis metas, en el corto plazo, son terminar el año pudiendo otorgarle más contenido al diario digital, y cumplir con todos los gastos que demanda. Estoy un poco más tranquilo dado que pude hacer el pago de lo que se denomina "hosting": esto es, el costo para que la página esté en el cyberespacio, en ese universo virtual. Procuré pagarlo lo antes posible porque su valor estaba directamente vinculado al dólar, y ya sabemos lo que ocurre cuando tenemos una economía dependiente de una moneda extranjera. Ahora sólo resta abonar el registro de dominio (en este caso, Lobos 24), que es la "marca" o el nombre comercial que debe renovarse todos los años. Con los impuestos estoy al día, al menos hasta ahora. Como a toda persona adulta, me cuesta adaptarme a lo nuevo, que actualmente se centra en Instagram y en el streaming (reproducir contenido en vivo o en tiempo real). Pero todo se aprende, ya le voy a buscar la vuelta. 

Con respecto a las noticias de alcance nacional, he tratado de leer lo estrictamente necesario, dedicándole unos minutos por día a dicha tarea. Siendo periodista, no es el ejemplo más aconsejable. Pero últimamente estamos saturados de información que nos intoxica, y ni siquiera es relevante. Lo que debemos hacer es priorizar nuestra salud mental por encima de todo, es muy probable que te enfermes si te "colgás" de cada hecho de actualidad porque los medios lo repiten infinitas veces al día. La condición de periodista me permite entender cómo funcionan los medios y qué intereses persiguen, por qué se oculta algo o por qué se le otorga un espacio destacado a una estupidez. Como espectador, no quiero que me manipulen o que intenten direccionar mi forma de pensar,  con la lógica de que a la audiencia se la puede arriar como si fuera ganado. 

Por lo general, he sido crítico de todos los gobiernos, tanto locales como nacionales. Nunca he sido incondicional, porque eso significaría apoyar una gestión política sin la posibilidad de disentir, ser chupamedias del poder de turno. No se puede avalar aquello que carece de fundamento o justificación, sea cual fuere el partido político. Cualquier gobierno que, en un futuro hipotético, se plantee seriamente combatir la pobreza y la marginalidad, contará con mi simpatía. Estar atravesando una pandemia no es pretexto para permitir la inmoralidad de que exista un 40 % de pobres en la Argentina. Punto final. 




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