A casi un mes para terminar 2020, creo que, al menos en este año, no tiene sentido hacer "balance" alguno. Este período ha sido duro para todos, ni siquiera hace falta mencionar los motivos. Con el correr de los meses, me la fui rebuscando, porque los humanos tenemos esa capacidad de adaptarnos a lo que nos va pasando. Algunos más, otros menos. La torta no se reparte para todos por igual. Pero esto no es nuevo, durante los primeros años K se pregonó la redistribución de la riqueza y resulta que los que más se enriquecieron fueron ellos. Por supuesto, no es privativo de este engendro político. Los negociados con el Estado y las licitaciones han sido una constante. Es así como la obra pública, lo poco que se hace, es de pésima calidad dado que suele licitarse a dedo a un empresario militante político. Los efectos no tardan en notarse, ya sea en cuadras de asfalto llenas de baches y pozos, falta de drenaje y desagües adecuados, por no mencionar proyectos faraónicos de campaña que no van a ningún lado. Precisamente, la campaña electoral de 2021 tendrá rasgos muy particulares, porque estará atravesada por la pandemia y los numerosos desaciertos que hubo en el manejo de ella. Pero como todo puede cambiar en cuestión de meses, todavía resulta apresurado pensar en el escenario político local, donde se advierte que muchos medios quieren "instalar" candidatos dedicándoles un espacio desmesurado según sus intereses. A Lobos no va a venir ninguna figura política de rango provincial y nacional porque son "de otro palo". Mientras Cambiemos fue gobierno, la cuestión fue diferente. Es en este rompecabezas donde se pone a prueba la capacidad de un Intendente para gestionar aunque los estamentos superiores sean de otro partido.
También es cierto que los futuros candidatos deberán diseñar estrategias diferentes para seducir al electorado. La prioridad número uno para cualquiera de ellos debe ser generar trabajo y reactivar la economía. Pero las elecciones del año próximo son de medio término, no están en juego cargos ejecutivos. Eso siempre le resta interés, sin embargo la composición de las Cámaras de Diputados y Senadores define la aprobación o no de una Ley, por lo cual tampoco me parece poca cosa.
Tema dos: La noticia no descansa, la noticia no espera. Pero una primicia sirve como material periodístico según de qué se trate. Si es una gansada, aunque hayas sido el primer medio en publicarlo, no aporta demasiado. Lo que más me gusta hacer, ustedes lo saben, son las entrevistas. El "mano a mano" con alguna autoridad política, el dirigente en una institución, un vecino de a pie, o lo que fuere. No siempre se puede rescatar algo interesante, ello depende de la voluntad de hablar que tenga el entrevistado y de su apertura hacia temas considerados polémicos. Y por supuesto, del oficio que tenga el periodista.
Disfrutar de las pequeñas cosas en silencio forma parte de la belleza de la vida, están solamente vos y tus pensamientos en ese momento. Hacer una pausa cuando es necesario, conocerte lo suficiente como para evitar que tu mente se agote. Calentás la pava, preparás la yerba para el mate, y dedicás un tiempo para vos. Eso es algo que el ritmo de vida frenético, y enfermante, no nos permite hacer. Buscar en el dial una radio medio perdida, que quizás la escuchan un puñado de personas porque solamente pasa jazz, y detenerse a escuchar. Hurgar en los cajones viejas fotos, pero no con un ánimo de nostalgia, sino para recordar quiénes fuimos y quiénes somos. Ver quiénes siguen con nosotros con la fidelidad de siempre y ver a los que aparecían sólo para "la foto" también es un ejercicio interesante. Nos estamos viendo pronto, en este intento por decodificar y entender los que nos pasa. Punto final.
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