28 de marzo de 2021

Encontrar el tesoro en el fondo del mar

Se termina este fin de semana, distinto a sus antecesores porque estamos a fin de mes, y hay que ajustar gastos. Como el 1° y el 2 de abril son feriados, tampoco podré hacer cobranzas, razón por la cual tendré que arreglarme hasta el 3/4 con algunos ahorros, pero no estoy llorando miseria. No será la primera ni la última vez que me pase algo parecido. El mes próximo le voy a dar un ultimátum a aquellos que no están pagando regularmente o que no tienen intenciones de seguir como clientes. De ninguna manera voy a hacer publicidad gratis. Mis tarifas no son exorbitantes, pero cada uno hace con su dinero lo que quiere, y tampoco voy a perder tiempo discutiendo con gente que está ocupando "de arriba" un espacio publicitario en un medio como el mío, para el que hay que invertir constantemente. 

Por suerte, los morosos son la minoría. El común de los clientes entiende que el aviso tiene un costo, porque eso es lo que se acordó desde el primer momento. Una cosa es que un cliente me diga "pasá mañana", y otra muy diferente es que ese "mañana" sea eterno. Te borro y listo. No me debés nada, ni yo te debo ningún favor. 

Como mencioné en otra nota, el Municipio redujo a los medios de prensa la mitad del valor de la pauta publicitaria, según dijeron, por la pandemia. Esto fue el año pasado. Ahora hicieron un pequeño aumento de forma unilateral. Me parece totalmente desprolijo y carente de sentido común. Lo correcto hubiera sido hacer una suerte de "paritaria", y negociar con cada uno de los titulares de los diarios digitales, radios, etc, que existen en Lobos, como se hizo en años anteriores. Pienso que hubiera sido más útil para ambas partes. Pero hay ciertos detalles que no voy a divulgar en este espacio porque no son de interés público.

En un futuro, si me canso de esta situación, prefiero que no me paguen nada y listo. Estuve 12 años sin recibir pauta oficial (ni un centavo, ni siquiera para dar difusión a los actos oficiales), por lo tanto no será una experiencia nueva para mí. La primero que solicité antes de ser  proveedor del Municipio es que no me condicionaran mi línea editorial ni la publicación de notas con espíritu crítico. Eso se ha respetado, debo decirlo. Y como este año hay elecciones, si hay inauguraciones o cortes de cinta de cualquier cosa, ese tipo de cobertura periodística debe cobrarse, porque es propaganda política que persigue un fin proselitista. Esto último lo hago extensivo a todos los partidos políticos que compitan en octubre.  

Vos vas a cualquier supermercado o almacén y te cobran, obviamente, ¿Entonces cómo no voy a hacerlo yo? Además del aviso, como conozco mucha gente, hay todo un laburo detrás, porque yo hago el mejor esfuerzo para que ese cliente incremente sus ventas a través de las redes y esté bien posicionado. A ese comercio lo recomiendo, o lo califico positivamente en las reseñas de Google Maps, también comparto publicaciones. En todos los órdenes de la vida, yo me comporto bien con quienes me retribuyen ese trato. 

De los chantas y los "buscas" es mejor alejarse. Es algo que aprendí con el tiempo, porque como le sucede a cualquiera, cuando empecé con esto varios me estafaron o me usaron para que les hiciera notas que no eran del interés de nadie, excepto de ellos mismos. Hoy quizás puedan intentar engatusarme nuevamente, pero les va a costar un poco más de esfuerzo porque no merecen mi respeto ni el traidor, ni el oportunista, ni el que falta a la palabra empeñada. 

Tener en claro todas estas cuestiones hace desaparecer el enojo o la bronca. Vos sabés cómo tenés que actuar, el otro también. No hay reglas complicadas. Hoy por hoy, entre el programa de tele, las colaboraciones que hago para una revista, y el diario digital, no puedo complicarme la vida con boludeces. Y si cumplo con mi anhelo de lanzar un libro, habrá que estar pendiente de todos los detalles para que el resultado sea el que yo espero en calidad de autor. Por eso, aunque en los primeros párrafos pareciera que sostengo lo contrario: va todo bien encaminado porque sé lo que tengo que hacer. Me puedo equivocar como cualquiera, pero una cosa son las relaciones humanas y otra es el hecho de escribir un reportaje, una conferencia de prensa o lo que fuere. A aquellos que convocan a la prensa y no les gusta que les hagan preguntas, lo lamento por ellos, pero si lo que exponen no está claro para el lector, preguntaré todas las veces que crea necesario (siempre con consideración y respeto). 

Mientras me cebo los últimos mates del día, voy barajando ideas de posibles entrevistados, o de notas para publicar. Los lunes son duros de afrontar, por eso desde el día anterior siempre me voy preparando para evitar dar un paso en falso. Confío en un futuro mejor para todos, de lo contrario no tendría razón de ser el hecho de vivir con un lastre de frustraciones colectivas. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 





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