23 de diciembre de 2022

Gracias por el camino que hemos compartido

Viernes 23. Si me pongo a recapitular, algo que me ha costado mucho durante este año, es escribir aquí, en este blog, evitando ser redundante o cayendo en la repetición innecesaria. Pero lo que quizás provoque esa impresión al ocasional lector, se debe a que desde que empecé con este vicio de escribir mis columnas, el país no ha avanzado de un modo significativo. Por ese motivo, si yo por ejemplo tomara al azar un posteo que hice en 2012, parecería estar redactado hoy, con detalles muy sutiles. Es frustrante comprobar cómo tropezamos con la misma piedra, casi hasta el infinito. Y cómo les seguimos creyendo a los mismos tipos que nos mienten en la cara, alevosamente. Todo eso hace que cueste separar tus logros personales de lo que se vive a nivel macro, porque inevitablemente te condiciona. Lo más loco es que cuando nos da la sensación de estarnos hundiendo de forma definitiva, siempre salimos a flote, aunque más no sea por unos años. 

Bueno, eso sí es válido para la vida de cada uno de nosotros: Resurgir, renacer, reciclarnos. Podemos estar extremadamente dolidos porque algo no nos salió bien, pero siempre hay una pirueta del destino o una vuelta de tuerca que nos otorga otra chance. Lo puedo afirmar porque me ha pasado, lo he vivenciado. Y no estoy hablando sólo de guita, sino de metas que uno se va proponiendo. Hoy por hoy, lo único que tengo en el horizonte es terminar de escribir y publicar mi segundo libro, que no dudo que será mejor que el anterior, más allá de la recepción que obtenga de los lectores. Va a ser mejor, porque empleé otros recursos para la narrativa, los relatos son más largos, la mirada es distinta… En fin, cuando sea el momento, ustedes mismos lo sabrán juzgar.

Otro objetivo que siempre tengo en mente aunque no estemos llegando a fin de año, es poner en valor y consolidar mi diario digital. Hace 5 años que vengo apostando a esto, ya he relatado varias veces cómo fueron los comienzos, de manera que podré mi vista en lo que puede ocurrir. El diario, ocupa en la actualidad una posición consolidada dentro de los medios de Lobos. Pero eso hay que cultivarlo día a día. Nada es gratis, nada es fácil. No me gusta “sacar chapa” de lo que hago, tengo un bajo perfil porque yo elijo mostrarme así y rara vez asumo un protagonismo, porque no soy yo la persona que se convierte en noticia. Tampoco se trata de falsa modestia. Sé que soy bueno y profesional en mi trabajo, y punto. No es necesario agregar más, el resto lo dirán quienes me lean y me vean por la televisión. También sé que no me llevo bien con el verano, pero es una percepción casi anecdótica para quien me esté leyendo, dado el calor no tiene nada que ver con eso. Es una época donde me siento mal anímicamente, no puedo precisar por qué, pero ojalá que en los primeros meses de 2023 eso no ocurra, vamos a ver si las experiencias desagradables me ayudan a darles una gambeta. 

Lo que yo quiero, y creo que es lo que quiere la mayoría, es tener la sensación de que hemos mejorado en algún aspecto de la vida, que aprendimos algo nuevo, que emprendimos un camino desconocido y pese a ello nos fue bien... 

La verdad, no sé si es importante hurgar en la memoria algún hecho destacado (desde lo personal), de este año que se va. Puede servirte para equilibrar la balanza, y comprender que el tiempo transcurrió no sólo con meras nimiedades y compromisos laborales, sino que hubo lugar para mucho más. Pero hacer un racconto exhaustivo no estoy convencido de que sea útil, por eso no le doy mayor relevancia. Aquellas cosas que fueron significativas, por el motivo que fuere, las recordás enseguida, sin tener que recurrir a un anuario. Están ahí, y también es posible que tengas un deja vu: Es decir, que algo que vayas a vivenciar más adelante te permita pensar: “Ah, esto me hace acordar a…”. 

La posibilidad de conocer gente que realmente vale la pena, que es "buena madera", es un rasgo particular de esta profesión. Porque si uno asumió el compromiso de informar con veracidad, esa aspiración tendría poco sustento si no le damos un correlato cuando termina la jornada laboral. El hecho de mentir, termina trayendo muchas más consecuencias que decir las cosas como son. Probablemente ser consecuente con una manera de trabajar no te traiga un gran impacto, pero te podés quedar tranquilo de que no le fallaste a tu gente ni a tus seres queridos. Y este camino que está próximo a concluir, lo recorrimos juntos. 

Nos quedan 8 días, y 2023 asoma como un nuevo desafío. No desperdiciemos el tiempo que nos queda, hagamos un esfuerzo para comenzar el año con una perspectiva diferente. Hacia allí vamos. A iniciar un nuevo ciclo, en las buenas y en las malas, porque todo pertenece a nuestra historia, y además todo está por verse. Nos estamos viendo pronto, el año que viene o unos días antes. Punto final. 





 

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