26 de marzo de 2024

No creas que ya está todo inventado...

Si hay algo que siempre he querido hacer, es ser más selectivo para enfocarme en lo que realmente pretendo alcanzar. El problema es que, para eso, previamente debés tener en claro que es lo que querés. No sé, podés llamarlo un objetivo, o una meta.  

Hay que repensar estrategias. Todo se ha complicado considerablemente, pero no quiero hablar del contexto actual del país, al menos por hoy. He tenido ideas que no han prosperado como yo hubiera querido, pero más allá de la frustración que a cualquier persona le provoca, me quedo con la tranquilidad de saber que aposté a un determinado proyecto. Le di forma, lo preparé, y lo presenté. Lo que pase después, ya no corre por mi cuenta.

Curiosamente, en Lobos hay personajes a los que no se les conoce profesión alguna, y que pasan toda la mañana al pedo tomando café. Eso no tiene nada de malo, lo que sí me molesta es que estos sujetos son especialistas en criticar a quienes (según ellos), "nunca agarraron una pala". ¿Y por casa cómo andamos?

Ese "agarrar la pala", constituye una chicana recurrente que ya está desgastada. Si yo quiero hacer un taller literario y asumir la responsabilidad del mismo (como de hecho lo hago), es porque me siento capacitado para contribuir en darles una mano a toda la gente que hace de la escritura una experiencia placentera. Cuando encontrás tu estilo y te afianzás en él, ya conseguiste buena parte del anhelo de cualquier autor. Todos esos recursos hay que pulirlos, potenciarlos, darles volumen.

El éxito comercial, sumado a las comentarios favorables, pueden llegar o no, pero yo no me voy a quedar sentado esperando elogios o reconocimientos, que pueden no consumarse nunca. Además, no debe haber peor karma es convertirse en un best-seller y tener que escribir libros cada dos años. Es un laburo intelectual, no industrial. En cambio, las editoriales sí son una industria, y es lógico que sigan las tendencias del momento porque es lo que demanda un determinado público, hasta que aparece algo nuevo y el ciclo se repite otra vez. 

Es decir que si vos ya definiste tu estilo, quizás no sea “lo que vende”. No lo es ahora, y no lo será en el futuro. Aceptalo y tenelo por seguro. Lo que sí resulta gratificante, es que tengas un grupo minoritario de lectores que sean fieles, que te sigan, que estén expectantes ante cada nueva obra tuya. Si lográs vender una cantidad de ejemplares que -en el menor de los casos-, te salven de no perder plata, está muy bien. 

Uno es consciente de que, si presenta un libro, tus amigos y conocidos te lo van a comprar porque te aprecian, o por cortesía. No esperes más que eso. Una vez transcurrido ese evento tan formal, que no dura más que un par de horas, hay que seguir vendiendo. La pregunta es cómo: De qué manera ofrecer algo novedoso que tenga el “gancho” necesario, eso que vuelve atractivo a un objeto, sin que te lleve a desviarte de tu impronta.

Si yo me dedicara solamente a escribir cuentos, en unos meses tendría material para tres libros breves. Pero hay que comprender que de eso no vivís, como tampoco se vive de la admiración de los demás. Resumiendo: No te reditúa guita como para dejar de lado todo y hacer de la escritura un acto metódico. 

Ser un autor destinado a sucumbir para una minoría no siempre es algo premeditado: Como mencioné antes, se da así en función de cómo vos encarás tu veta creativa. Te doy un ejemplo: Yo no me pondría a escribir una novela romántica o erótica. No me interesa, y tampoco me saldría bien. Las influencias que un autor amateur pueda tener, son las que forjan su expresión escrita. Hacer lo que te gusta y conquistar el entusiasmo del lector, es lo que el común de las personas anhelamos, pero no es algo que pueda darse de un día para el otro.

Para no extenderme en demasía, yo te diría que por más que leas a Borges, Cortázar, y tantos otros genios, siempre se puede inventar algo. Es mentira que "ya está todo inventado". Yo antes pensaba de ese modo, y sin embargo ahora creo que el único que la única ruta que merece la pena recorrer, es la que te lleva a perseguir tus sueños. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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