5 de julio de 2015

El partido final de la Copa América

Se veía venir, y esta vez no hubo ningún Sergio Goycochea que nos salvara. Muy por el contrario, nos tragó  la tierra. Si tuviera que definir lo que sentí cuando llegó la definición por penales y un disparo fue desviado y otro atajado, fue frustración. No, no otra vez, por favor, me repetía. El remate de Higuaín se perdió lejos en le Cordillera, por sobre el travesaño. Y el de Banega, fue una "masita", como decimos en el barrio, que el arquero chileno atajó sin dificultades. De esta manera, Argentina perdió la final de la Copa América. Otra vez una final, y otra vez perdimos. Con la diferencia que el año pasado perdimos el Mundial contra Alemania que es una potencia europea, y esta vez lo hicimos con un  equipo modesto como Chile, que nunca había ganado nada...hasta hoy. Los demás entran en la historia, y nosotros nos "hundimos" en la historia. El pase de Lionel Messi vale 600 millones de Euros, y es el más caro de la historia del fútbol. Sin embargo, durante toda la Copa su desempeño fue el de un jugador del Nacional B. Lo banqué demasiado a Messi, discutí con amigos sobre esto y lo otro, pero...los hechos terminaron de darle la razón al resto y no a mí. Messi mete unos "pases-gol" espectaculares, unas asistencias perfectas para que el delantero no tenga más que empujar la pelota hacia la red. Pero no mete goles, le faltan huevos, o algo que sólo el DT y él mismo sabrán. 

Perder contra Chile es humillante: si hubiéramos perdido contra Brasil, que es un equipo con historia, no estaría tan indignado....pero perder de esta manera, dejar tan dócilmente que el rival tome la iniciativa, dejarse intimidar por los sildidos de los chilotes...en fin, que me dejen de joder. Se supone que son profesionales. El único que se salva de la hoguera es Mascherano. Buen domingo, y punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...