24 de julio de 2015

Tomando un té de tilo

Viernes por la noche, con mucho trabajo. Lentamente me voy recuperando de la gripe, que ya lleva más de 15 días. Quiero sentirme sano lo antes posible para salir del decaimiento que te provoca tener que estar la mitad del día tosiendo o moqueando por todos lados.

Me pregunto si alguna vez entenderemos que la vida es una sola, y que de nada sirve ser un tacaño o un miserable como si te puedieras llevar la guita al cajón. Yo la plata que gano, poca o mucha, la gasto, tratando de hacerlo lo más racionalmente posible. Es decir, priorizo la comida y la ropa, y si me sobra algo, con ese excedente compro otra cosa que me guste. Me he dado cuenta de que la gente que más plata tiene en Lobos es la más rata, en todo sentido. Deberían ir a ese reality show llamado"tacaños extremos". Ni en pedo te dan una publicidad. Hacen trabajar en negro a sus empleados o los tienen como Monotributistas. Tienen casas espectaculares, pero los podés ver pasar toda la tarde sentados en un bar con un mísero café. Se quejan siempre del Fisco, cuando es lógico que aquel que más tenga, más pague. Para ellos, con plata se compra todo, de manera que cuando quieren impresionar a alguien no se privan de nada si la situación lo exige. 

Llevan a sus hijos a escuelas y universidades privadas, los complacen en todos sus caprichos, desde tener un celular que vale $ 10.000 hasta comprarles un auto. Algún día, los pendejos administrarán la fortuna familiar, reventarán toda la plata en viajes y joda, y todo el esfuerzo del miserable que se contaba hasta las pelusas del bolsillo, se evapora en cuestión de unos pocos meses. ¿Quién no conoce una historia parecida? Si se pudiera desheredar a los hijos, estoy seguro de que más de uno lo haría. Punto final.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...