22 de julio de 2015

Otro ladrillo amarillo

Antes de comenzar a hilvanar este texto, quiero hacer la salvedad de que respeto muchísimo a todos los dirigientes del PRO de nuestra ciudad. Sobre todo porque los conozco personalmente y me consta que son buenos vecinos, con convicciones. 

Dicho esto, sostengo desde hace tiempo el vacío del discurso macrista. Dicen, por ejemplo: "somos una nueva forma de hacer política". ¿Y cómo es esa nueva forma, cómo se sustenta, en qué cambia con las anteriores? ¿Por qué tienen miedo de decir que son de derecha? Háganse cargo, ¿Cuál es el problema? No engañen a la gente diciendo que las ideologías no existen más, o que las obras públicas son para todos sin distinción de ideologías. No es lo mismo hacer una Plaza en Barrio Norte que un merendero en Villa Lugano. No jodamos. Cuando Mauricio Macri vino a Lobos, me pareció un tipo cínico y arrogante. Quizás sea yo el equivocado y en realidad sea un hombre de bien, un prócer destinado a "salvar a la Patria", pero creo que la gente no come vidrio. El PRO creyó que ganaría con comodidad las elecciones en Capital Federal, y Lousteau casi los deja knock out. Es que así como hay un voto "anti K", también hay un voto "anti Macri". Y en el balotaje, sólo tres puntos separaron a Lousteau de quitarle la hegemonía al PRO. Como siempre, mirando todo desde el balcón de la soberbia, Macri le restó importancia a lo sucedido, y se limitó a lo concreto: volvió a ganar el PRO en Buenos Aires. Es cierto e irrefutable. Volvieron a ganar, pero ya no fue por "paliza". Hasta a los encuestadores les dio vergüenza haber pronosticado una diferencia de 10 puntos o más a favor de Larreta. 

Como la política argentina es tan volátil, hay que evitar hacer futurología. Pero a mi modo de ver, Macri ya recibió varios cachetazos: en Santa Fe, en Córdoba, en la propia Capital (aunque haya ganado su candidato), en Mendoza... y seguramente provincias que son "feudos" (como San Luis o Neuquén), tampoco lo van a mirar con simpatía. Pero yo no soy quién para decidir por los demás: creo que hay que buscar una alternativa entre el kirchnerismo duro y populista, y los partidos de centroderecha. No sé si existirá algo parecido, si es que la elección se polariza entre Scioli y Macri. Lo que el próximo Gobierno debe hacer, sea cual fuere, es muy simple: mantener ALGUNAS de las políticas sociales que fueron bien implementadas, y poner a alguien idóneo en el Ministerio de Economía, que libere el cepo, que termine con las restricciones a las importaciones, y que incentive a la producción. Tan difícil y tan simple como eso. Punto final.

Feliz domingo

  Domingo en la ciudad. Hoy debo hacer un par de notas, que por lo menos son interesantes y no significarán un tedio para mí. La verdad es q...