11 de mayo de 2015

Publíquese y archívese!!!!


Los argentinos nos creemos con la autoridad para "dar cátedra" y hacer docencia sobre temas variopintos, cuando en realidad nos falta mucho por aprender. Hasta el más grande estadista o profesor puede comportarse de la peor manera, o manifestar su envidia y falta de huevos. Sí, huevos. Porque también tenés que aprender a bancártela, a darte cuenta de que por más estudios que tengas, sos un puntito en el universo y seguramente hay personas tanto o más inteligentes que vos. Y ahí entra a jugar el tema de las posibilidades, de la igualdad de derechos. Porque no todos tienen la oportunidad de acceder a un posgrado, de presenciar una disertación, o de estudiar en una universidad privada. Es importante todo esto, porque si realmente llegás a progresar, te vas a sentir mejor sabiendo que te hiciste "de abajo". 

La educación primaria y secundaria (al menos en la Provincia de Buenos Aires), es pésima. A nadie le importan los pibes, lo único que salva a los docentes es que pasen de grado/año lo más rápidamentre posible, de forma tal de librarse de ese estorbo denominado "alumno". Por supuesto que....tengo amigos que son docentes y que ponen el alma en cada clase, en todo lo que hacen, y que realmente se la juegan. Pero son los menos. No es casualidad que muy pocas chicas quieran ser maestras de primaria. Si al magro sueldo que ganan le sumamos el maltrato cotidiano, no hay demasiados incentivos para dedicarse a estudiar algo que sólo brinda disgustos y bronca. 

Pero no es extraño lo que está sucediendo: todos quieren enseñar o jactarse de lo que saben, pero nadie se toma la molesta de APRENDER a ser humilde en la vida, a bajarse del caballo, a socializar, y a no estar todo el tiempo boludeando con el celular. Punto final.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...