12 de noviembre de 2015

A tres días del debate

Por primera vez en la historia, este domingo habrá un debate presidencial. Será en la Facultad de Derecho de la UBA, y hay una enorme expectativa. Se transmitirá por casi todos los canales de TV, en lo que se considera "una cadena nacional voluntaria", y hay cientos de periodistas extranjeros acreditados. Los dos adversarios políticos que ocuparán el centro de la escena, Macri y Scioli, no podrán emplear ninguna ayuda externa, ya sea videos o cualquier elemento multimedia. Estarán solos, pero a su vez rodeados de asesores y de sus respectivos equipos técnicos. Desde luego, todo este nutrido grupo tendrá que ver el debate "desde afuera" y no podrá irrumpir de ninguna manera en medio de los atriles. 

Los analistas políticos aseguran que Scioli tiene previsto un discurso más duro y agresivo que en sus apariciones públicas hasta el momento. Intentará demostrar que tiene carácter y temple para conducir un país. En tanto que a Macri, hasta ahora, le ha ido muy bien con su estrategia no confrontativa. Pero si el ex motonauta lo "chicanea", obviamente deberá responder. En Cambiemos saben que esto sucederá, porque Scioli está 8 puntos abajo en la intención de voto y esta es una de las últimas oportunidades que tiene para achicar la diferencia. A medida que vayan pasando las preguntas, quedará claro quien logra imponerse por su claridad de conceptos. Macri no es ningún gil, y uno supone que estará preparado para los cuestionamientos que le endilgará Scioli. Y que a su vez, sacará algún "as de la manga" para dejar en off side a su adversario. Por el momento, todo es incertidumbre. Ambos candidatos saben que es una instancia decisiva, y hasta podría arriesgar que si se nota claramente que uno de los dos se impone en el debate, la balanza que volcará definitivamente a su favor. Los dos asumen riesgos, y Macri tranquilamente podría haber declinado la invitación, como lo hizo Daniel Scioli en el debate de las PASO. Pero ahora, obligado por las circunstancias, el actual Gobernador decidió jugar "a todo o nada". La política argentina no se construye sólo con personas fieles y leales, también hay traidores y conspiradores. El escritor Miguel Bonasso escribió un libro sobre este fenómeno tan nuestro. Esperemos por la expectativa que hay en torno a este debate, los candidatos estén a la altura de lo que ello significa. Punto final. 

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Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...