10 de julio de 2017

Lunes otra vez

Terminé de cenar, estoy más relajado, y destino estos minutos antes de dormir a escribir unas líneas. Tuvimos un 9 de Julio atípico, con mucha lluvia, en el cual me volví a mojar los zapatos y las medias por más recaudos que haya tomado en evitarlo. Es increíble la cantidad de baldosas flojas o partidas que hay en las veredas, que se convierten en una verdadera "trampa mortal" con la cantidad de agua que se acumula. Hoy, lunes, por fin volvimos a ver el sol luego de casi 4 días. Como es previsible luego de casi 100 mm.de precipitaciones, algunas calles todavía permanecen intransitables. Pero un día soleado siempre motiva, te hace ver las cosas de otra manera, te pone pilas. Te saca del encierro, porque incita a caminar o a dar un paseo, a ejercitarse, a salir de las cuatro paredes. 

Creo que siempre debemos buscar razones para sonreír. Nos merecemos estar contentos, casi diría que es una "obligación". Hay gente que sale adelante de trances durísimos con una capacidad sorprendente, en cambio a otros nos cuesta más, y nos quedamos a mitad de camino hasta que encontramos algún proyecto para llevar a cabo, una forma de emerger de la superficie ante los momentos duros y enfrentar la realidad de otra forma. Me siento raro afirmando esto porque me quejo bastante y reniego más de lo aconsejable, pero hay situaciones en que te das cuenta que toda queja es infundada si no se puede hacer algo para mitigar ese malestar, ese fastidio. Punto final. 

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...