27 de julio de 2017

Va tomando color la campaña

Jueves por la noche en la ciudad. Cada vez resulta más difícil o permanecer ajeno a la campaña política, que en esta oportunidad arrancó tardíamente. Esperaba que fuera a mediados de julio, pero sólo el sector del peronismo que postula a Cristina comenzó a hacer propaganda en esa fecha. Esto no les asegura el triunfo, del mismo modo que aquellos que optaron por no hacer publicidad vayan a caer derrotados. Creo que la gente percibe cada vez más cuando tratan de subestimarla o de tratarla por estúpida, haciendo mucha obra pública, "estando cerca de la gente", cuando faltan poco más de 15 días para las PASO. Candidatos que nunca asomaron la nariz por un barrio pobre, de repente se sienten felices y contentos, y con el slogan (algunos de ellos) de que "no venimos de la política", como si ello fuera un mérito. Estas frases que cité las escucho muy a menudo del actual oficialismo: no venimos de la política, queremos estar cerca del vecino. Pero el "vecino" en cuestión, es visitado no sólo por Cambiemos, sino por diferentes partidos que tratan de convencerlo para conseguir su voto. 

Renegar de todo esto que acabo de exponer, sería escupir para arriba y renegar de la vorágine de toda campaña, como así también de los nuevos recursos tecnológicos. Pero a todos nos cansa, en principio porque antes de ser periodistas, somos simples vecinos, y cada uno que te ve, te pregunta cómo están las encuestas. La realidad es que, salvo entre 2003 y 2015, el resultado fue siempre imprevisible, puede haber un sector con una leve tendencia, pero si se manda un "moco" antes de las elecciones, ya murieron políticamente. A veces se votan más gestos concretos que la lucha por mostrarse distinto al otro, que es un error. Porque precisamente en esos gestos cotidianos, se nota la diferencia, si es que la hubiere. La sobreactuación en la que caen nuestros políticos, en todos los órdenes, en muchos casos nos da vergüenza ajena para quienes va somos adultos y no creemos en discursos que no sirven para nada, excepto para los "aplaudidores" de turno. Punto final.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...