6 de agosto de 2017

Cuando la verdad duele

Domingo por la mañana en la ciudad. Desayuno, lectura de diarios, un poco de ocio. Puede suceder que últimamente mis publicaciones no sean tan logradas como antaño, pero como mencioné antes, he abordado casi todos los temas (si revisan el archivo hay más de 1.300 notas), e inevitablemente uno se repite sin proponérselo. Sin embargo, hay hechos que nos conmueven, nos movilizan, nos motivan a escribir. Por ejemplo, hace más de una semana que veo en la tapa de Clarín noticias sobre Venezuela, como si el diario quisiera asumir una autoridad moral sobre lo que allí sucede. No estoy diciendo que no sea grave o que no haya crisis institucional, ¿pero por qué no nos concentramos en la violación de Derechos Humanos en la Argentina, que sigue sucediendo aún en la joven democracia que supimos conseguir? Muertes de jóvenes que nunca son esclarecidas e investigadas, apremios ilegales de la Policía, las coimas que cobran los Comisarios por hacer la vista gorda a los prostíbulos y a la trata de personas....tenemos infinitas cuestiones que abordar en nuestro país, ante que subirnos a un pedestal y pontificar contra Venezuela, o que un periodista como Lanata se rasgue las vestiduras porque lo deportaron o no le permitieron el ingreso. Asimismo, se habla de un "repunte" de la economía doméstica, en rubros que no tienen nada que ver con aquello de nos afecta a diario, como autos de lujo, inmuebles, etc. Los alimentos y la ropa siguen estando a precios exorbitantes, y lo menos que puede esperar una persona es tener un plato de comida y poder vestirse. Tampoco sería descabellado pensar en que todos tenemos derecho a tener un momento de distensión, a tomar un café en un bar, a ir al cine, o lo que fuere (ni hablar de irse de vacaciones a algún lado que es sumamente oneroso). 

Por todo esto que esto exponiendo, leer los diarios nacionales me provoca rechazo, algo que no me ocurría antes, porque aunque no mientan en  la información, están desviando el foco alevosamente. Demonizar a Venezuela, en el supuesto caso de que existan argumentos para hacerlo, no nos cambia en nada la vida a los argentinos. Necesitamos políticas públicas que nos permitan vivir mejor, aquí y ahora. A ver si lo entendemos...Punto final.

Un recinto que hace rato dejó de ser “honorable”

  Nuevamente, nuestros concejales han protagonizado un lamentable espectáculo al enfrentarse con duros epítetos y con amenazas de agresión f...