23 de agosto de 2017

Siempre podemos superarnos

Con el tiempo, aprendiendo de los que tenían más experiencia que yo, de mi formación académica, pude lograr lo que siempre quiser ser: periodista. Pero van surgiendo nuevas generaciones y es natural que, como yo lo hice en su momento, peleen por un lugar en la profesión. Eso te obliga (me obliga) a superarme. A dar lo mejor que pueda, a corregir una y mil veces un texto hasta darle a la nota la forma que yo quiero. A reinvertir en mis insumos: pilas, grabadores, cámaras de fotos. A buscar nuevos anunciantes, pese a que de 50 posibles clientes que vas a ver, uno te dice que sí. A retocar las fotos para que el lector tenga la mejor imagen ilustrativa, la que se merece, con nitidez y calidad. La superación excede largamente lo laboral, y es -debe ser-  personal. Cuando lográs que menos estupideces te irriten, te indignen y te saquen de foco de lo realmente importante, te estás superando (a mi modo de ver). La satisfacción del trabajo bien hecho es lo más valioso, aunque no se traduzca en el juicio de valor de los demás. A veces pierdo 35 minutos trabajando sobre una nota que ya sé de antemano que no tiene ningún gancho, es una aburrida conferencia de prensa para anunciar boludeces. Y en otros casos, con mucho menos esfuerzo, conseguís 500 o 600 visitas. Estoy hablando de cómo se maneja el tráfico de usuarios por Internet. 

No se puede complacer a todo el mundo, ni escribir notas que sean del agrado de todos. Los hechos son como son y tenemos el deber de informar. Aún cuando sea de escaso interés. Se escribe "por" el lector, no "para" el lector. Es subestimar a la gente darle todo masticado, las cosas que son complejas se explican con la mayor claridad posible para que el mensaje llegue a un público amplio, pero esto me hace acordar a aquella vieja anécdota de Ernesto Sabato, cuando le pedían que explicara más fácil la Teoría de la Relatividad. Punto final. 

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...