11 de noviembre de 2019

A menos de un mes para que asuma el nuevo Presidente

Estamos a menos de un mes de que asuma el  nuevo Presidente. La transición hasta el momento parece ser ordenada y en paz. Sobre todo, si tenemos en cuenta lo que sucedió en Ecuador, Venezuela, Chile y Bolivia. Sin ánimo de incitar a la violencia, veo que la gente aquí no se rebeló y aceptó con mansedumbre y resignación todo tipo de atropellos, como un aumento desmedido de tarifas, transporte público, combustibles y medicamentos. Este gobierno se va derrotado no sólo por las urnas, sino por un fracaso colectivo de forjar una alternativa al kirchnerismo. La sociedad se desencantó con este modelo, que en rigor de verdad cuesta mucho definirlo, porque no tuvo un rumbo coherente. Podríamos decir que es neoliberal, sin embargo hay países que con la misma "etiqueta" lograron prosperar. La Argentina siempre fue un caso incomprendido para el resto del mundo occidental, y sería bueno que dejemos de culpar a los yanquis de todo, porque los que roban y se dedican a manejar los hilos de la burocracia doméstica son los políticos argentinos. Ahora bien, lo que se viene a partir del 10 de diciembre me genera expectativa, aunque verlo a Fernández en la foto con los gordos de la CGT no es lo más halagador. Tampoco es positivo que me metas en cuestiones que no te incumben y salir a defender la libertad de Lula, cuando los brasileños se supone que saben lo que tienen que hacer. Si Fernández logra algo de independencia de CFK para tomar decisiones que son políticas de Estado, puede haber un avance. El macrismo contó con la complicidad de los medios para consumar el despojo de los salarios y del poder adquisitivo. Sin embargo, la gente no es estúpida y no necesita leer lo que le quiera contar un determinado diario. Cada uno se forma su propio juicio de valor en base a la situación que le toca vivir. Y lo real que nunca ha habido un derrumbe tan pronunciado de la industria y de la producción. Estamos casi igual que en 2002, y si no hay una suba del precio de los commodities, como tuvo Kirchner a partir de 2003, todo será más cuesta arriba, porque los mismos que demonizan al campo saben que los dólares que se liquidan de las exportaciones de cereales son fundamentales para poner en marcha la economía.

Durante los años K, "Inclusión" fue la palabra de moda. La escuchábamos en cada ocasión en que el oficialismo tomaba el control de los medios por la Cadena Nacional. Es realidad, nunca creí demasiado en que se estuviera incluyendo a nadie para algo provechoso. Por ejemplo, muchos argentinos están excluidos de la tecnología, de los servicios básicos, de un empleo digno. Podrán tener acceso a la educación, pero tal como está planteada por estos días, no es de calidad. Las sucesivas reformas educativas no han hecho más que poner parches, intentar remediar aquello que dio muestras de haber fracasado, pero no mucho más que eso. El lema es incluir a todos. Si tenés en el aula a un chico violento y con problemas de disciplina, no importa. Tiene que estar en la escuela igual, aunque el docente pueda ser agredido en forma física o verbal por el alumno. Parece ser que una regla no escrita dice que los chicos tienen que pasar de grado sí o sí. ¿Por qué? Bueno, es obvio que sirve para las estadísticas oficiales tener un bajo nivel de alumnos repitentes y como así tambíen de deserción escolar. Hay docentes capacitados, que dan lo mejor que pueden para que los chicos aprendan. Pero abundan también las estudiantes de Magisterio que reciben una pésima formación, y ello hace que cuando se reciban no puedan ser buenas docentes. Por eso, la prioridad es que los chicos puedan aprender a discernir la paja del trigo, a razonar, y que los maestros motiven a los alumnos a investigar para hacer un uso didáctico de Internet y no solamente recurrir a lo más fácil y buscar en Wikipedia. Punto final.  





Las Olimpíadas que no veremos

  Parece ser que este año, el Municipio tampoco realizará las Olimpíadas de la Cuenca del Salado. Ningún funcionario se molestó siquiera en ...