27 de noviembre de 2019

Un testamento espiritual

Detrás de todo lo que hacemos, está el deseo de trascender, que no es hijo de la vanidad sino de la naturaleza humana. Somos polvo en el viento. Pero antes del fin, sentimos que queremos dejar algo, para la posteridad, para nuestros hijos, un grano de arena que perdure hasta que se desvanezca en el aire. Me fastidia que haya gente que no tenga ese anhelo, o que niegue tenerlo, porque el motor que nos impulsa a seguir es convencernos de que algo de nosotros perdurará en este puto mundo, cuando en un instante la luz se apaga definitivamente y ya dejamos de ser personas. Todos tenemos mañas, tics, defectos, rollos mentales, porque crecimos en una sociedad que nos llevó a complicarnos cada vez más y a distraernos de lo que realmente es la vida. Hay gente que sueña con viajar a Europa, otras con ir a un recital de rock, y algunos tenemos aspiraciones más modestas, como tratar de entender qué rol tenemos en este desquicio que se ha convertido la humanidad, cómo escapar de la lucha por sobrevivir para dejar de lado esa angustia y sumirnos en la calma y la tranquilidad de degustar cada día como si fuera una aceituna para luego escupir el carozo. 

La mejor función de cine que existe es admirar el atardecer, ver como el cielo se va tiñendo de rojo para dejar que el sol caiga mansa y perezosamente en el horizonte. No tiene sentido que te preguntes para qué estás aquí (en este mundo), porque ya estás aquí. Aprovechá el viaje porque es corto y te vas a encontrar con muchas dificultades, que te obligan a tomar decisiones dolorosas y cruciales. Te tocó nacer en un puntito perdido en el mapa llamado Lobos, pero eso es lo que te diferencia del que vive en Cruz del Eje, por decir algo. Podés devorar kilómetros en la autopista pero, sin darte cuenta, siempre vas dando vueltas en el mismo lugar, ello se percibe cuando aprendés a reconocerte en el otro y ver que es la imagen del espejo, deformada, un espejo roto pero real. Tan real como la vida misma. Punto final. 

Las Olimpíadas que no veremos

  Parece ser que este año, el Municipio tampoco realizará las Olimpíadas de la Cuenca del Salado. Ningún funcionario se molestó siquiera en ...