13 de mayo de 2016

El deterioro de nuestra calidad de vida

Más allá de que estamos viviendo en una recesión y que ello nos afecta económica y emocionalmente, hay cosas que aún podemos hacer para mejorar nuestra calidad de vida. Una de ellas, la más simple pero con frecuencia olvidada, es caminar. Realmente te sorprende darte cuenta de lo bien que te sentís después de una buena caminata. Yo prefiero siempre caminar con algún amigo, o con mi novia, porque si lo hago solo no me desenchufo totalmente. En cambio, en una charla distendida, podés dar varias vueltas a la Plaza o al Parque casi sin darte cuenta. 

Los libros, los discos, todo lo que tenemos y que quizás qu estuvo durmiendo en un cajón durante demasiado tiempo también ayudan. No es lo mismo escuchar un CD de tu músico favorito que escuchar la radio. Tampoco es lo mismo leer un mensaje "en cadena" por WhatsApp que tomarte tu tiempo para leer un buen libro. Ni siquiera es necesario adquirir ejemplares nuevos si sos socio de una biblioteca pública. Como es difícil que yo lea un libro más de dos veces, prefiero buscar algún nuevo lanzamiento en la biblioteca de la cual soy socio y luego, por supuesto, devolverlo. No es tan caro. En cuanto a la música, sabemos que un CD original cuesta bastante y muchas veces no se justifica comprarlo. Podés descargarlo de Internet y pasar los archivos al celular o a donde desees. Yo siempre preferí el compacto, pero hoy en día ni los autos vienen con stereo para escuchar discos. Entonces tenés que pasar la música a un pendrive y escucharla desde ahí mientras vas manejando el coche. Generalmente, con la capacidad de almacenamiento que tienen hoy los pendrives, no te va alcanzar la vida para todas las canciones que le puedas meter. Y eso juega un poco en contra, porque 12 canciones de un disco vos las disfrutás, les prestás atención, porque el artista o los productores del álbum las seleccionaron para ese fin. En cambio, si hacés una ensalada en el pendrive, podés encontrar cualquier cosa, es como la caja de Pandora.  

Como toda época de crisis, aprendés el valor de las cosas que compraste y que tanto esfuerzo te costaron, las aprovechás al máximo, y buscás sentirte mejor. Al fin y al cabo, de eso se trata la vida. No todo es trabajar y renegar porque llegó el lunes. Cada día nos depara algo distinto, pensalo bien. Parece que toda la semana fue igual, pero no es así. Algo siempre cambia, porque la sociedad misma también cambia, y afrontamos otras demandas. Por todo ello, es momento de buscar (y capitalizar) nuestro "cable a tierra". Punto final.

Octubre

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