24 de mayo de 2017

Mitad de semana y reencuentro

Luego de algunos días de transición, vuelvo a encontrarme con ustedes, mis lectores, que son la principal motivación para escribir. Lo que debemos recuperar los lobenses, como dijo un dirigente político, es el espíritu de comunidad, de pueblo. No hay que avergonzarse por vivir en un pueblo chico. Ya sabemos las reglas del juego, los pro y los contra que trae aparejado esto. Aquel que no se sienta a gusto o prefiera una ciudad con más habitantes y atractivos,  seguramente tendrá la posiblidad de irse. Muchas veces fantaseé con la idea de irme a vivir a otro lugar, sin embargo para tomar una decisión de ese tipo primero habría que tener un laburo asegurado para hacerlo. Lobos brinda oportunidades de empleo para un determinado segmento, de operarios de fábrica, técnicos electromecánicos, o cosas por el estilo, pero si yo tuviera que radicarme en otra ciudad con mi currículum de Periodista, se me haría bastante cuesta arriba obtener un lugar, o hacerme un lugar. 

Que seamos un pueblo chico, no impide que sucedan hechos aberrantes, como casos de presunto abuso sexual, o presuntos secuestros, y ponen en vilo a la comunidad. Por no mencionar el siempre vigente "cuento del Tío", que se centra en estafar jubilados y personas mayores. Lo que pretendo mencionar, es que nuestra condición de pequeña localidad del Interior no nos hace permanecer ajenos a lo que sucede en las grandes urbes. Estamos a 100 km. de Buenos Aires, y aunque se ha vuelto costoso viajar, basta con hacerlo de vez en cuando para comprobar el ritmo frenético de los porteños, los contrastes:  la marginalidad por un lado y la opulencia y el lujo por el otro. Tenemos una colectividad importante de inmigrantes de países limítrofes, y cada tanto reaparece el debate sobre si hay que endurecer o no los controles, las fronteras, o impedir el ingreso de aquellos con antecedentes penales. Lo concreto es que se habla durante unos meses o semanas, opina todo el mundo, y luego todo vuelve a "foja cero", de hecho si nuestros diputados y senadores no se dignan en tomar cartas en el asunto modificando las leyes migratorias, no habrá avances en ese sentido. No es más que una cortina de humo el "debate" que se pretende instalar, en la medida que distrae la atención de cuestiones más urgentes, y nadie quiere sincerarse y decir lo que realmente piensa. Si uno es xenófobo, o si es de extrema derecha, por lo menos sería positivo saberlo. Gente, que tengan un buen 25 de Mayo, y que disfruten de esa joranda patria. Punto final.  

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...