4 de junio de 2017

Desfiles y festejos

Domingo por la noche. Culminaron los festejos por el aniversario de Lobos, hubo varios actos alusivos, que por momento se volvieron tediosos, y persiste esa falta de sincronía para los horarios. Me refiero a que muchas veces hay dos eventos a la misma hora, y lamentablemente hay que decidir qué cubrir porque no se puede estar en dos lugares a la vez. El desfile mantiene su atractivo, aunque todos los intentos para hacerlo más ágil han fracasado, y lleva más de dos horas presenciarlo en su totalidad. La mayoría va a ver a a sus hijos o familiares desfilar y luego se retiran, pero los periodistas nos tenemos que quedar lo más posible para documentar con fotos lo que está sucediendo. En líneas generales, realizarlo a media mañana no me convence, creo que sería más provechoso a las tres o cuatro de la tarde, cuando la gente ya ha terminado de almorzar, y todos se han desocupado de sus compromisos. También está la cuestión de volver a realizarlo en el trayecto de la calle Salgado, que es muy transitada, y al tener que colocar un vallado provoca infinidad de trastornos para los automovilistas. 

Me cagué de frío por la mañana, con una espesa niebla y el cielo gris, encapotado. Creo que el termómetro marcaba 5º C. Por suerte, conforme el desfile fue avanzando, comenzó a salir tímidamente el sol y de esta manera el abrigo y la bufanda no se hizo tan necesario. 

Ahora hay que pensar en la semana próxima, ponerle pilas, y buscar la manera de hacer notas o entrevistas que resulten de interés. Esto último es lo más difícil, porque se puede entrevistar a cualquier persona, pero si no tiene algo nuevo o interesante para decir, es perder el tiempo. Por hoy, sólo pienso en descansar lo mejor posible y encarar la nueva semana con otra "sintonía". Punto final.

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...