6 de junio de 2017

La sabiduría de aprender a envejecer

Creo que cuando uno habla de "disfrutar de la vida", en una expresión demasiado amplia y general. No todos disfrutamos haciendo lo mismo. Y a veces, un momento de placer luego nos hace sentir mal, como el caso de una persona con sobrepeso que se come un helado o un postre. El paso de los años hace que aquello que tiempo atrás nos daba gusto realizar, ahora se ha vuelto rutinario o insípido. Yo me canso de ir siempre a los mismos bares, de frecuentar las mismas oficinas y despachos oficiales, de escuchar frase vaga o demagógicas. Lo mejor es aprender esto, darte cuenta de que vas cambiando y tomarlo como algo natural. Envejecer no es ni más ni menos, que un proceso natural. Cuando nuestros abuelos decían "lo importante es la salud", es rigurosamente cierto. Día atrás, me corté accidentalmente la mano izquierda, lo cual es un problema porque soy zurdo. Hasta que la herida no cicatrice, me costará acostumbrarme a utilizar mi mano menos hábil. El año pasado sufrí un esguince de tobillo del cual nunca me pude recuperar del todo, y cada tanto debo tomarme un analgésico. Cuando sos relativamente joven estos accidentes domésticos pronto pasan a formar un mal recuerdo, pero con la vejez cualquier episodio similar puede ser peligroso. 

Pocos ancianos logran recuperarse de una fractura de cadera, y en muchos casos una operación constituye un riesgo por su avanzada edad. Lo viví con mi abuela, entre tantos achaques y problemas que tenía la pobre mujer. Pero me estoy yendo de tema: si no estás sano (o te preocupás por estarlo), no hay guita que te sirva. Si no estás sano, vas a sentirte limitado, incapacitado de hacer aquellas cosas que tanto te gustaban, como me sucede a mí que ya no puedo correr como antes por el tobillo lesionado. Y como esta vida es la única que conocemos, tratemos de cuidarla. Una buena manera, si sos peatón como yo: mirar 10 veces antes de cruzar la calle para que los autos que circulan a toda velocidad y no ceden el paso no te aplasten. Punto final.  

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Domingo por la tarde en Lobos: Una jornada más, ya casi por dar comienzo a la segunda quincena de abril, y pasada por agua. Hace como tres d...