17 de junio de 2017

Días de humedad y fastidio

Fin de semana con una humedad terrible en la ciudad. Las veredas mojadas, la ropa que no se seca, y un malhumor general que muchas veces es ajeno a una situación personal, sino a los factores climáticos. Estamos muy cerca del invierno, con una temperatura de 23º C, lo cual no es normal, y nos obligó a rescatar del olvido las remeras, y toda la ropa liviana para no transpirar en cada salida a la calle.
A veces resulta difícil ser original, creativo, cuando hace mucho tiempo que estás haciendo lo mismo. Ese es el desafío que uno se impone en su laburo, que no sea rutinario. Y también vale para una charla o una conversación casual.  Si ustedes notaran que me repito demasiado en lo que digo, perdería todo interés.

Muchas veces me pregunto si lo que se denomina vintage o "retro", es una moda, una suerte de reciclado, o un intento por despertar novedad con algo que ya se hizo. La industria textil constantemente recurre a prendas que nos remiten a 30 años atrás, volvieron los discos de vinilo, y los hábitos de lectura de antaño han resurgido. Ya se terminó el boom de la novela histórica, la gente lee biografías, ensayos, o busca una aproximación a los escritores consagrados. La pregunta es, entonces, si todo lo que acabo de exponer le pone un freno al avance de la tecnología, o es sólo una forma de autoengañarnos y suponer que nada cambió. La decandencia de las enciclopedias impresas es algo que comencé a advertir desde hace varios años, casi todo el mundo echa mano a Wikipedia, yo mismo lo hago, aunque agota demasiado la vista leer un texto largo en una pantalla que muchas veces es diminuta.

Hay cosas que se mantendrán, porque no se pueden sustituir por otras. A menudo fastidia leer el diario, sea Clarín o el que fuere, y encontrarte con que lo que está impreso en papel ya lo leíste por Internet y está súper "masticado". Pero siempre hay hallazgos, noticias perdidas en un recuadrito de una página que merecerían mayor difusión o interés. En un país que se dice federal, se sigue llamando "Interior" al resto que no sea Buenos Aires, y hay escondida entre la hojarasca una historia de olvido, de caudillismo, de tipos que han sabido sortear los procesos electorales post democracia para seguir manejando los hilos como si fueran un patrón de estancia. Las provincias aportan muchísimo, no sólo por las economías regionales, sino porque algunas de ellas están promoviendo incentivos para que se radiquen parques industriales. Una iniciativa que todavía, en  nuestro querido Lobos, es sólo una expresión de deseo. Contar con un parque industrial propio, generar mano de obra, laburo, oportunidades de empleo, precisamente en tiempos de vacas flacas. Veremos qué sucede si aparece algún "iluminado" que proponga una propuesta superadora. Punto final. 

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...