21 de abril de 2018

No hay peor sordo que quien no quiere oír...

Fin de semana tranquilo en Lobos, con escasa actividad, entrando (de a poco) en la recta final de abril. Siempre que cuestiono a algún estamento político, trato de hacerlo con fundamentos, de lo contrario sería una opinión caprichosa y tendenciosa. En nuestra ciudad, al oficialismo le falta tacto, capacidad para administrar poder. Porque la ciudadanía les otorgó esa responsabilidad, y parecen incapaces para asumirla. Esta gestión ha decidido reducir al mínimo posible las conferencias de prensa, precisamente porque temen las preguntas de los periodistas independientes, aquellos que laburamos de esto sin "casarnos con nadie". Entonces es natural que se generen efectos no deseados, cuando se recibe una escueta gacetilla o comunicado. Esto no es responsabilidad de la gente de prensa del Municipio, sino de las directivas que reciben. Si no hay posibilidad de preguntar, si no hay margen para el disenso, menos aún se puede informar con espíritu crítico. Que se hagan cargo de ser Gobierno, radicales y conservadores por igual, pues para ello el pueblo los votó. Y las deserciones de funcionarios, las renuncias, no son casualidad. No soportan el destrato, la falta de atención, o que no se los tenga en cuenta. Golpean puertas donde no hay nadie. Por supuesto, sería injusto afirmar que no hay personal idóneo. Pero ese es el requisito esencial para la función pública, la idoneidad. 

Lo mismo sucede cuando proclaman: "Nosotros decimos la verdad". Como ya dijimos, decir la verdad no es un mérito, es un deber, y si no están dispuestos a asumirlo así, tienen una escala de valores totalmente trastocada. 

Es lamentable que a veces se ataque a la prensa, porque es "matar al mensajero". Los medios reproducen los dichos de los funcionarios, pero los periodistas no necesariamente opinamos igual que ellos. Así las cosas, todo lo que podemos esperar es que ciertos funcionarios recapaciten, se bajen del caballo, y se den cuenta de que no son eternos. El año que viene hay elecciones, y si no están a la altura de las circunstancias, la gente les quitará su apoyo. La lucha por espacios de poder es feroz, ya lo mencionamos, y si Etcheverry ya se considera candidato, vamos a ver qué tiene para decirle el electorado en 2019. Punto final. 

Un recinto que hace rato dejó de ser “honorable”

  Nuevamente, nuestros concejales han protagonizado un lamentable espectáculo al enfrentarse con duros epítetos y con amenazas de agresión f...