30 de agosto de 2022

El eterno juego entre "gorilas" y "oligarcas"

(Esta nota fue escrita el 30/8/22) 

Como sostenía en otra nota, la verdad que al espectador promedio le aburre y le provoca hartazgo toda esta cuestión de CFK, los militantes, el intento de la Vicepresidenta de improvisar un "nuevo 17 de Octubre" con un discurso dirigido a los que supuestamente "la bancan" o le hacen el aguante, y creo que lo único positivo de esa puesta en escena es que toda la gente que estaba allí (entre ellos varios funcionarios y legisladores sin otra cosa mejor que hacer), comenzó a desconcetrarse del lugar luego del breve discurso, que no fue improvisado en lo más mínimo. No debe ser fácil vivir los alrededores del departamento de la Recoleta donde ella vive. Pero se puede hacer un análisis sin tener en cuenta a ninguno de los polos aparentemente opuestos, esto es: Sin demonizar a Larreta ni lanzar munición pesada sobre Cristina. Larreta hizo lo que reclaman los porteños, que fuera a movilizar a la Policía de la Ciudad para despejar la zona. Y esto fue tomado como una represión, que no fue más allá de algún forcejeo porque afortunadamente no hubo muertos ni heridos. 

Los fanáticos kirchneristas sienten que Larreta quiso aguarles la fiesta o el legítimo derecho de expresarse, cuando en realidad lo que vimos fue un caos vergonzoso. El Diputado Kirchner salió a decir gansadas, como que se discriminaba al pueblo peronista por el color de piel, porque muchos de ellos no habían tenido la oportunidad de acceder a una educación, y todo recurso válido para demostrar el autoristarismo del PRO en la Capital. Se despachó a gusto con una serie infinita de etcéteras y tufillo a chicana. Es indudable que Cristina reúne la capacidad de movilizar a las masas, y digo esto más allá de lo que suele pensarse de los grandes mitines peronistas: Que van en micro, que les pagan para estar, que el chori y la Coca...  Todo eso es irrelevante. Lo concreto es que estuvieron, en algunos casos la presencia fue espontánea y en otros no.  Habrá sectores que hayan llegado hasta CABA a cambio de "algo" que no es ilegal en sí mismo, y estarán los que viven dentro de la Capital y fueron hasta el domicilio (uno de los tantos) de Cristina a ver qué onda. 

Por ahora, todo lo que hay es la acusación de un Fiscal, que incluye un pedido de prisión e inhabilitación para cargos públicos, todo ello lo decidirá el juez, y no hay mucho que agregar. Pero parece ser motivo suficiente como para que una multitud se mostrara indignada. No toquen a Cristina, era la consigna. Había, además, otro grupo minoritario que también se trasladó hasta allá en repudio a CFK y avalando el fallo del Fiscal. Y esto va a seguir, porque hay medios, sobre todo televisivos, a los que les conviene que haya quilombo, ese quilombo con el que amenazan los cristinistas. 

Yo podría salir en defensa de un amigo, o de cualquier conocido que haya sido acusado injustamente. Nunca lo haría por un referente político del partido que sea, ni siquiera aunque simpatice ideológicamente con él/ellla.

 Todos se llenan los bolsillos porque viven como si estuvieran en un país del Primer Mundo, mientras quienen los votan se cagan de hambre. De vez en cuando nos va un poco mejor, pero son sólo migajas. Por eso, es fácil hablar en nombre de los pobres, sin ser pobre. Está claro que hay una fuerza de choque para que La Jefa se sienta respaldada. No es extraño que dentro del cotillón del rebusque, aparecieran gorras y otros elementos con la leyenda "Cristina 2023". ¿Es posible pensar en que eso ocurra? Bueno, si consideramos que CFK es la figura de mayor peso que tiene el peronismo, sí. Yo diría que se convirtió en candidata sin que ella lo anunciara todavía, pero eso no le garantiza ganar si en el "mientras tanto", la economía no repunta. Lo único que logró Massa como superministro, es planchar al dólar "blue" e ir acumulando reservas, y aunque los propios peronistas no lo quieran decir, está recortando el gasto público, algo a lo que ya me referí antes: La sensación de que el despilfarro tiene que terminar porque no hay otra manera de reducir el rojo de las cuentas públicas. 

El caso de Massa es particularmente llamativo: Fundó un partido (el Frente Renovador) para derrotar a los K en las elecciones, lo consiguió, y después comenzó un disimulado viraje hacia el oficialismo, que se concretó cuando llegó a Presidente de Diputados. Claro que para ellos, no significa traición, travestismo político, ni nada semejante: Si les planteás esta incongruencia, te van a responder que todos son peronistas. 

Un punto a favor de Massa es que aceptó agarrar un fierro caliente, y que tuvo que disciplinar a la tropa, siempre con el aval de Cristina. Básicamente, el poder que tiene deriva de las facultades que le concedieron quienes lo sostienen. El ex ministro Guzmán era el preferido del presidente, pero se cansó de que todas las operaciones políticas lo tuvieran en la mira, y renunció, como todos sabemos, mientras Cristina estaba en pleno discurso despotricndo contra quién sabe qué, porque ya nadie se acuerda. Todos recordamos, sí, que renunció por Twitter mientras CFK estaba hablando en otra parte, pero nada más. Así fue como Alberto se quedó en bolas, o casi sin aliados. Uno a uno fueron cayendo, desde aquella famosa frase de los "funcionarios que no funcionan", hasta otras más directas aún. Alberto se hizo el gil mientras pudo, pero hubo un momento es que tenía que salir a decir algo, y no siempre le salía bien, pese a que conoce a Néstor y Cristina desde que llegaron de Santa Cruz para irrumpir en la escena política en 2003. Para él, siempre fue más fácil hablar con Néstor que con ella, pero con los hechos consumados, ahora no tiene esa opción. 

Todos los críticos del kirchnerismo que hoy volvieron a comer del mismo pasto como si nada, se creen ingenuamente que CFK no conoce su pasado. Yo diría que el único que tuvo algo de dignidad fue Randazzo. El tipo quería ser candidato a Presidente en 2015. No le dieron bola, y pusieron a Scioli. Le ofrecieron la Gobernación como premio consuelo, y no aceptó. Es el único que tuvo un mínimo gesto de rebeldía ante el alineamiento cristinista. Igual, hay que decir que los años posteriores a esa decisión no le fue nada bien, porque terminó ganando Macri y ya no le quedaba espacio para seguir dentro del sistema político, por eso se inventó un partido postulándose él mismo como candidato, tal como lo hizo Massa. Claro que, la historia no siempre se repite, y Massa tiene un perfil más técnico que Randazzo. 

Nos estaremos viendo pronto, ya que seguramente no todo permanecerá estático, nada en la Argentina contemporánea es así. Y si hablamos de Lobos, hay mucha tela para cortar. Hasta entonces. Punto final. 


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