10 de agosto de 2022

Mejor perderlos que encontrarlos

Miércoles por la noche en la ciudad. El día transcurrió "casi" normal, ya verán por qué hago esta salvedad. Estoy como el Banco Central: Casi sin reservas. A decir verdad, tengo algo de plata para tirar el resto del mes, pero con el gasto que uno hace cada día para comprar cualquier cosa, obviamente te vas comiendo tus ahorros. Por otra parte, una empresa que es cliente de mi diario todavía no me acreditó el pago, por motivos que desconozco. Hasta ahora, ni ellos mismos lo saben, porque el banco desde donde debía hacerse la transferencia, la rechazó. Es decir, que si yo no reclamo a nadie le importa, y tampoco nadie se hubiera enterado de lo que había pasado. Para ser francos, si uno tolera esas situaciones, es porque estamos hablando de un cliente que otorga una pauta muy superior a la del resto de los comercios que tengo como sponsors. Actualizo la información diciéndoles que finalmente, después de mucho reclamar por algo que no hubiera sido necesario en circunstancias normales, me hicieron la transferencia correctamente, y sé que ese dinero va a ir destinado a saldar deudas o comprar lo básico. 

Me molesta y me estresa terriblemente cuando las cosas se complican de esta manera. Y sé que no soy el único.

En principio, cabe aclarar que presenté la factura electrónica en tiempo y forma, e hice lo que tenía que hacer. Y retomando lo que decía antes, aunque haya clientes que paguen bien, tener que estar siempre en medio de una situación tirante no sirve para nada. No sé si el año que viene presentaré la propuesta para que hagamos una nueva campaña publicitaria. Resumiendo: En esas condiciones, sumás al bolsillo, pero te desgasta el hecho de tener que ser vos el que presione ante algo que ya fue acordado previamente. Que se vayan a cagar, no sé si renovaré la pauta, prefiero ganar en bienestar y no tener que renegar. 

Fuera de eso, que expresado en tres párrafos parece poco significativo pero que se extendió en un "tira y afloje" de casi dos semanas, ha sido un día normal. Vengo arrastrando un resfrío que espero que no se convierta en una gripe. No teman, hablo de gripe común. Espero recuperarme en el corto plazo.

Yo diría que todas las cosas que te complican la vida en exceso, no son buenas para nada aunque creas que te traen un beneficio posterior. Desconectarse por unos minutos es necesario para todos, pero cada uno lo consigue de una manera diferente. Hay gente que entra en pánico por cosas que a mí no me mueven un pelo, y a la inversa. Veré si en lo que resta de la semana hago una reestructuración general, digamos, de varias cuestiones: Carga laboral horaria, ganancias netas que percibo de los auspiciantes, gastos fijos, y la lista podría seguir. Es la única forma de cortar con todo aquello que no ha salido bien hasta ahora. Lo demás, ya no depende de mí, por eso solamente me haré cargo de lo que me corresponde, y lo que me es ajeno, lo voy a dejar que fluya de a poco y siga su curso. Nos estaremos viendo pronto. Punto final. 

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