25 de agosto de 2022

Ser tolerantes en medio del caos

 Jueves por la noche, ya estamos más cerca del finde. Ayer me levanté más temprano que lo habitual, y comencé el día preparándome para grabar el programa de tele, que siempre es una gran satisfacción. Decidí tomarme un impasse durante unas semanas, para poder ir renovando la agenda con invitados que nunca estuvieron antes, o que estuvieron hace mucho tiempo y seguramente tienen algo diferente para decir. Es una responsabilidad que asumí y hasta ahora, creo haberlo hecho de la mejor forma posible. Por ese motivo, probablemente es necesario tomarse un respiro pensando en lo que vendrá. 

Me fastidié un poco en los últimos programas por complicaciones que no se vieron en la pantalla, y que tienen que ver con horarios de grabación que debía modificar porque la persona en cuestión no podía o tenía algún compromiso, lo cual a su vez me ponía en un compromiso a mí. Es decir, ya estaba casi sobre el día estipulado para grabar, y no tenía margen para convocar a otro vecino. La premisa siempre ha sido el respeto entre quien acepta ser entrevistado y mi persona. Y eso se mantuvo aun cuando no coincidía en absoluto con la forma de pensar de quien tenía enfrente. Es necesario dar muestras de tolerancia y apertura, hoy más que nunca, donde la gente está muy convulsionada por toda este tema de CFK, que es muy probable que quede en la nada o que resulte absuelta, ya que todo lo que tenemos por ahora es la acusación de un Fiscal, que se hizo en base a elementos que él considera probatorios.

Yo puedo hablar de política con cualquiera, y si me dicen algo con lo que no estoy de acuerdo, los dejo hablar, no los cuestiono. Básicamente porque piensan así y no me interesa que cambien su opinión. 

He aprendido mucho de las entrevistas, no sólo televisivas, y sé de gente que es más sensible a determinadas preguntas. Pero el objetivo nunca ha sido (ni lo será) que se sientan incómodos o que se vean obligados a responder lo que no quisieran. Si alguien me dice: "De ese tema prefiero no hablar", se respeta la decisión, pero deben decirlo antes. Antes de que el grabador o la luz de la cámara se encienda. Somos vecinos que nos conocemos porque han ejercido distintas actividades: La política, el deporte, el arte, la escritura. Vos tenés que ir palpando el clima que se va creando en una conversación grabada, y claro que se puede ir al choque, porque ese funcionario o dirigente no está ahí concediéndote un espacio en su oficina para que le digas lo que le gusta escuchar. No me interesa lo que hagan los demás, yo no soy complaciente, el periodista debe ser la voz de la calle pero sin caer en la vulgaridad. Con esto quiero decir que no podés dirigirte a una autoridad con los mismos términos que lo hace cualquiera que pasa por la calle. 

Vuelvo a hablar de la TV por un momento: No siempre me quedo conforme cuando un determinado programa llega a su fin, y no es culpa del entrevistado, quizás yo no supe manejar el "timing". No me gusta que me chicaneen, no me parece correcto porque yo no soy un adversario político, soy un simple periodista. Muchos hablan por hablar, pero cuando hay que jugársela, arrugan. En resumen, no dicen en público lo que piensan en privado. 

Seamos sinceros: Nadie, en realidad, dice todo lo que piensa, porque si fuera así andaríamos a las piñas a cada rato. Uno decodifica los pensamientos de bronca o de violencia, y en lugar de decirle a alguien "sos un pelotudo" o un "HDP", lo expresa verbalmente de una forma carente de agresividad. Claro que los demás pueden pensar lo mismo de mí, y seguramente actúan de la misma manera, aunque yo no les caiga bien. 

Estamos a un año de las PASO, y por eso 2023 será crucial, no sólo para que los precandidatos que así lo deseen den a conocer sus propuestas, sino también porque esos espacios son pagos, se sabe que es así porque tienen un fin proselitista. Nadie vive del aire, y como hice en 2021, prestaré ese servicio informativo a cambio de una suma que acordemos llegado ese momento. No sé qué va a pasar, pero en los meses previos,  sin importar quien gane, el que acepte participar de un espacio que es publicitario, tendrá que poner el mango. 

Todavía es prematuro pensar cuántos candidatos habrá a nivel local. No es mi intención inclinar la balanza en favor o en contra de otro, ellos harán su aporte económico y durante el programa explicitarán lo que más seduzca al electorado. Como en cualquier campaña, de manera que esto no es un secreto para nadie. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

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