16 de agosto de 2015

Declaración de principios 2015




Como dijo Fangio en una de sus frase más recordadas, "hay que ser el mejor, pero nunca creerse el mejor". Yo no me duermo en los laureles, si es que los tengo. Cuando escribo una nota periodística que me parece que está bien lograda, me pongo contento conmigo mismo y con la gente que probablemente vaya a leerla, pero nada más. La vida sigue y el trabajo es lo que nos dignifica. Y a menos que seas un delincuente, no queda otra forma de ganarse la vida que saliendo a trabajar. Yo me doy mis "gustos", porque para eso trabajo, pero cada vez puedo hacerlo menos por esta inflación que no nos da respiro. Y entonces uno se pregunta para qué trabaja, si para pagar las cuentas y nada más, porque el Monotributo o los impuestos no va a venir Dios a pagártelos. Pero quienes me conocen saben que no me arrepiento de esta profesión, siempre sostengo que es lo que elegí hacer, con lo bueno o lo malo que tenga como cualquier otro trabajo. En esta soleada tarde de domingo, más ganas tengo de salir a la calle a ver qué onda, a buscar notas, a seguir con el laburo. No tengo ganas de quejarme ni de vicitimizarme, porque ninguna de las dos cosas sirve para nada. Tengo ganas de seguir caminando, y de que el que quiera acompañarme en el camino que lo haga. 

Hoy, que el agua de esta terrible inundación ya casi ha desaparecido, es momento de reflexionar, de valorar lo que tenemos, y de pensar en el futuro. Sí, pensar un futuro mejor para nosotros y para nuestros seres queridos. Porque si no lo hacemos, nadie lo hará por nosotros. Y no tiene sentido perder el tiempo pensando qué vino primero, si el huevo o a la gallina. Hay que seguir, porque la vida es demasiado corta para envenenarte el alma con envidias y viejos rencores. Punto final. 

Disco recomendado del día: Soda Stereo, "Dynamo" (1992, Sony Music)

Cayéndose a pedazos

  Nos estamos cayendo a pedazos. Más allá de lo desastroso que es el gobierno de Milei, y que salta a la vista, hay otros aspectos a conside...