25 de agosto de 2015

Reflexiones de invierno




Anoche me dormí escuchando algo de rock latino: algunos temas de Carlos Santana, que son previos a la etapa en la cual el virtuoso guitarrista repite la fórmula que más rédito de dio, que es hacer lo que mejor sabe con artistas invitados, como Los Fabulosos Cadillacs. A la primera escucha, sus primeros discos no me agradaron demasiado, pero luego se convirtió en uno de mis favoritos. También estuve viendo en un documental diferentes actuaciones de The Doors entre 1969 y 1970. Como poeta, y como símbolo de mediados de los '60, el legado de Morrison me parece más fuerte de lo que fue Bob Dylan. Es que Dylan fue eminentemente folk hasta 1965/66, cuando comenzó con un sonido más eléctrico y a seducir a un público más rocker. 
The Doors es una de las bandas que más influenció la música popular americana del siglo XX. Los tipos hicieron cosas que nadie había hecho antes, Jim Morrison era todo un sex symbol y en la época de los hippies y del "amor libre", el firmamento brillaba con los grandes del rock: Janis Joplin, Jim Morrison, Jimi Hendrix, Syd Barrett y Pink Floyd, Jefferson Airplane, entre otros. Y por supuesto, Los Beatles y los Stones. Hoy sólo queda esa música chata, masticada, lista para digerir, que pasan las radios "de clásicos de los '80". Cada década tuvo referentes talentosos, pero entre 1980 y 1990, la industria de la música estuvo dominada por el pop. Por Michael Jackson y Madonna, por un Bruce Springsteen pop y rockero a la vez, y por todos los temas de boliche que hasta el día de hoy para gente vieja como yo, muchas radios repiten hasta el hartazgo. Pero volviendo a The Doors, como sucede con muchas cosas, ya dejaron de gustarme lo suficiente como para una nueva escucha. El disco que quizás reúne los mayores elogios, es "Morrison Hotel". El álbum tiene un arranque glorioso con Roadhouse Blues, pero luego se vuelve demasiado monótono para mi gusto. Mi preferido es "Strange Days". 

En fin, la intención de este post, para poner "blanco sobre negro", es que comprender que NO TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR. Así como comencé estas líneas hablando de una banda que ya no existe y tiene más de 40 años, creo que cada generación es hija de su tiempo y que en base a los acontecimientos que van ocurriendo deja huellas culturales en el arte. Ya sea música, literatura, o cine, por mencionar algunas vertientes. El hip hop o el rap no me gusta en lo más mínimo, pero es un género que surgió de los negros del Bronx, en New York, como una forma de manifestarse frente a los apremios ilegales de la Policía, y la discriminación racial. Podría seguir graficando el espíritu de este texto, pero que quedó claro que cada uno es hijo de su tiempo. Está el que creció escuchando a Charly García y el que ahora tiene 20 y pico y  escucha a....Tan Biónica, Miranda, y esas cosas que me resultan algo desagradables. Pero siempre va a ser así, como los jóvenes que se rebelaban de los puritanos y encontraron en figuras como Elvis Presley o James Dean una manera distinta de entender las cosas, una forma de sentirse identificados. La música es un territorio tan vasto, que podés escuchar el disco "Queen II" y encontrar muchas similitudes con el sonido de los Guns N' Roses. De hecho, el propio Axl Rose reconoció a Queen como una de sus influencias. Bueno, podría seguir dando ejemplos medio burdos, pero creo que se entendió la idea que quise expresar. Un abrazo, amigos. Punto final. 

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...