21 de agosto de 2020

Fin de semana con dudas y certezas en el medio del barro

Viernes por la noche en la ciudad. Cuando vuelvo a leer notas de este blog que escribí hace cinco o diez años, siento que muchas de ellas hablaban de frivolidades, o de cuestiones que no eran realmente importantes. Lo tomaba más como una distensión, que como un espacio en el cual analizar lo que nos pasa. Pero es un ejercicio interesante ver cuáles eran tus preocupaciones o tu forma de pensar 5 o 10 años atrás. Siempre he tratado de mantener una coherencia en mi pensamiento, pero puedo cambiar, como todos lo hacemos, en base a las experiencias que nos toca vivir y a nuestra relación con el entorno. La mayoría teníamos expectativas de que Macri pudiera hacer un buen gobierno, pero fue una decepción y un cachetazo para todos ver cómo la economía se derrumbaba y la plata no alcanzaba para nada. Algo parecido está pasando ahora, pero por otros motivos más atendibles. Saltamos de una crisis a otra, y lo único seguro para muchos parece ser comprar dólares. Quienes compran, lo hacen porque tienen cierto margen, obviamente no viven "al día" como para que gastes lo poco que tengas en comprar comida. Puede haber algo de especulación en eso, en pensar que vas a obtener una ganancia si el precio de la divisa sube, siempre ha funcionado de esa manera. Hace unos días el Banco Central cerró más de 4.000 cuentas truchas, de gente que tenía una cuenta en dólares para ir sacando los U$S 200 mensuales, que en su mayoría eran "coleros virtuales". Lamentablemente, eso tampoco es nuevo. Yo sólo compraría dólares si los necesitara con un motivo fundado, como viajar al exterior o adquirir algún producto importado. Por lo demás, está lejos de mis ambiciones. 

También sabemos que en la Argentina muchas veces se ponen empresas o sociedades anónimas a nombre de un testaferro, el cual suele ser un indigente que ni siquiera está enterado de la situación. Para "blanquear plata", las estrategias son innumerables y los argentinos se han mostrado como verdaderos expertos en evadir al Fisco. Por lo general, estos tipos no van presos, podrán tener alguna causa penal por defraudación o estafa, pero consiguen un abogado tan corrupto como ellos que les sacan el problema de encima. Pero atención, porque los que pagamos impuestos tampoco podemos creernos con derecho a todo. Digo esto, porque es muy común escuchar "yo pago mis impuestos", como pretexto para reclamar cualquier cosa. Es verdad que la carga impositiva en este país es muy alta, y hay algunos gravámenes que deberían ser reformulados, como el Impuesto a las Ganancias. Pero no soy un especialista en la materia, ni tampoco sé cuánto recauda el Estado por ese concepto. 


Lobos es una ciudad de contrastes, de ambivalencias, de dualidades permanentes. Se me haría difícil describir la idiosincrasia lobense para quien no es de aquí. Ultimamente me he "reconciliado" un poco con Lobos, he tratado de tener una mirada más componedora sobre determinadas cosas, porque considero que no es honesto renegar sistemáticamente del lugar donde he pasado toda mi vida. No sólo no es bueno; tampoco sería justo, porque en esta ciudad me he posicionado laboralmente, algo que me ha costado bastante por cierto, y ahora que conquisté ese lugar después de bregar más de 20 años, no estoy dispuesto a cedérselo a otro alegremente. Sin embargo, no creo en esas estupideces de "pagar derecho de piso", o apreciaciones similares.  No me interesa ser una persona popular ni un referente social (de hecho no lo soy), simplemente pienso que es bueno saber que aquello que uno hace llega a alguien y produce un efecto, es decir, que tantas palabras tipeadas en la compu no han sido en vano. En fin, podría hablarles de los 26 casos de coronavirus que hubo hoy, pero ya me está provocando hartazgo y cansancio darle vueltas a la cuarentena intentando analizarla de todas las maneras posibles. Ya que faltan tres meses para que termine el año, trato de volcar mis esperanzas en lo que puede venir, que es la vacuna y que quizás para el primer trimestre de 2021 ya esté disponible. Ves, eso sí genera algo de orgullo en medio de tantas pálidas, el hecho de que la Argentina haya sido elegida para producir la vacuna del virus más letal del siglo XXI. Sólo queda tener una dosis de paciencia, hasta que lleguen las dosis farmacológicas. Espero que esto no se convierta en un "bluff" o en un anuncio hecho a las apuradas para conseguir la aceptación popular en medio de la zozobra. Por eso, no descuidemos lo que resta del año, pero vayamos poniéndole algunas fichas a 2021. Punto final. 

Última nota de 2024: Para el baúl de los recuerdos

  Esta es la última nota que escribiré durante lo que resta de 2024, así que no abusaré de vuestra paciencia en la lectura.   En primer lu...