3 de agosto de 2020

La eterna lucha entre el poder y la gloria

Martes por la noche en la ciudad. Hoy habló el Intendente en un mensaje grabado a los vecinos, y a decir verdad no dijo demasiado. Convengamos que el mismo duró menos de 2 minutos y tiene una edición con varios cortes, lo cual le resta espontaneidad. Insisto que debería haber acompañado, el sábado, a los médicos que dieron la conferencia de prensa en el Hospital, pero él sabrá por qué lo hace o no, quiero suponer. Hay muchas cuestiones sobre las cuales no hay respuesta oficial, por ejemplo, por qué se quema basura en la Planta de Residuos, y si ello contribuye al medio ambiente. Las casas linderas al predio, obviamente, se llenan de humo, y a  nadie le gustaría vivir así. Si lo que se pretende es proteger al personal que allí trabaja para evitar la separación de la basura, debería haber un "Plan B", y tomar a la incineración como último recurso. Para quienes ejercemos periodismo independiente en Lobos, hay más interrogantes que certezas. No voy a explayarme en la pésima manera de comunicar, porque ya lo  hice antes. No se puede llevar tranquilidad y mesura cuando los propios gobernantes no la transmiten, y esto es válido para todos los estamentos. Digo esto, porque la pandemia le podría haber tocado en suerte a cualquier político atravesarla (conforme los resultados electorales de 2019), y sabemos que es algo nuevo e inédito para todos. Hay que hablar claro, como lo hicieron los médicos, y decir que la situación en Lobos es alarmante. Porque esa es la posta. Podemos tomarlo como un búmeran, es decir: al vos afirmar que "algo" es alarmante, estás alarmando a la población. Pero es necesario despertarse de la siesta de una vez por todas.  

"El tiempo nos ayuda a olvidar..." dice Fito Páez en uno de los versos de sus canciones más celebradas cuando todavía era un gran artista. Y es cierto. Qué bueno es que podamos olvidarnos de las personas que nos hicieron daño, dejar de lado viejos rencores, vivir tranquilos de nuestra conciencia, y comenzar a renacer. Quizás éste sea el momento propicio, ante una coyuntura que nos obliga a cuestionar viejas creencias y poner en duda el rol de los grande medios de comunicación.

Estamos muy intoxicados de los "realities" de la TV, los videos de Internet, las malas noticias de los diarios. Es hora de que aprendamos que nosotros debemos hacer algo para que las cosas cambien. No esperar a que nos llame un amigo por WhatsApp, sino hacerlo nosotros, que es una de las formas de estar en contacto en tiempos de cuarentena. Pero en líneas generales, no hay que esperar nada de los demás. Como diría Jorge Bucay, iniciar el camino a la autodependencia. Que no es fácil, desde luego. Para los que ya  tenemos más de 40 cada vez cuesta más conseguir un techo propio, un auto, o bienes que nos garanticen cierta autonomía. Pero no pasa sólo por eso, sino por pensar en que no está en nuestras manos que cambie la cotización del dólar o los índices de inflación. A lo que me refiero es que debemos tratar de cambiar las cosas que están a nuestro alcance. Yo trabajo desde los 20 años, y si no lo hice antes fue porque me propuse terminar de estudiar Periodismo. En Lobos todo se vuelve más difícil, y tuve que esperar demasiado para ganarme un lugar por mi actividad laboral. Nunca me interesó obtener un reconocimiento universal o acceder a un público masivo, muchas cosas se fueron dado con el paso del tiempo, y con los pasos que yo fui dando. 

Es bueno reconciliarnos un poco con nuestro ego, darnos cuenta de lo que valemos, de las capacidades que tenemos y que durante mucho tiempo desaprovechamos. Cada día me convenzo más de que todos tenemos algo que aprender y no nos va a alcanzar la vida para seguir aprendiendo a mejorar. Es bueno pedir perdón cuando sentimos que ofendimos a alguien. Sinceramente, estoy convencido de que no podemos lograr caerle bien a todo el mundo, o que todos se sientan a gusto con nuestra presencia. Pero eso, en última instancia, es problema de los otros, no de nosotros. Porque en realidad, si obramos en consecuencia, y si somos coherentes con nuestros actos, no le debemos explicaciones a nadie, más allá de lo que nos dicte nuestra propia conciencia. Punto final.

Las preguntas obvias también merecen ser respondidas

Con el paso del tiempo, vamos cambiando. Eso no es novedad, lo novedoso es cómo interpretamos ese proceso. El destino nos lleva a enfrentarn...