Pues bien, yo hoy cumplo 43 años. Según mi mamá, nací a las 0:15 hs del 10 de junio del '79, a escasos minutos del 9 de junio. ¿Cosas que pasan, no? Nunca me imaginé que llegaría a esta edad, pese a que siempre he prestado atención a cualquier alerta que me fue dando mi salud. Pero acá estoy, con un modesto festejo familiar como todos los años, y buscando dar lo mejor. Sé que mi cuerpo no es el mismo, pero mientras la mente me siga funcionando al ritmo que le voy marcando, lo anterior es un mero detalle. Nadie decide si sos joven o viejo en realidad, yo diría que soy ambas cosas a la vez. Hay hábitos que tenía a los 20 años que no me interesa repetir, y después de que pasé los 40 comprendí que debía adaptarme a una nueva realidad. Una realidad que está ligada a las metas que yo mismo me fui proponiendo y que no en todos los casos logré concretar. Pero sigo vivo, lo cual no es poco, y mientras redacto estas líneas siento que si Dios o cualquier Ser Superior me concede unos años más, estaré para dar pelea. Tengo muchos amigos y conocidos que, lamentablemente, han fallecido antes que yo. Y al igual que el común de la gente, sentía cada una de esas pérdidas como propias, porque eran demasiado jóvenes para ese inevitable desenlace. Vas pasando las fronteras (diría Sui Generis en la célebre canción9, el tiempo se va abriendo como si fuera la entrada a un hotel de cinco estrellas, pero ya no podés hacer lo que hacías antes, y no tendría sentido intentarlo. Hoy debo pensar en lo que puedo hacer desde estos flamantes 43 en adelante, conservando la humildad, la capacidad de analizar o reflexionar sobre lo que nos pasa... Ese ha sido mi Norte, siempre. No todas las veces lo he logrado como he querido, pero bueno, era lo que estaba en condiciones de hacer en ese momento. Tomé decisiones basándome en el "mal menor", más de una vez, porque ninguna de las alternativas u opciones disponibles eran buenas de por sí. Pero no podés pretender que otros decidan por vos, primero porque es responsabilidad tuya, y en segundo lugar porque...ya sos un boludo grande.
Es fácil pensar en lo que "podría ser", pero no aporta demasiado, casi diría que no conduce a nada. Las cosas son como nosotros las percibimos, y ni siquiera esa percepción es real. Es lo que hay, y es lo que tenemos. Y por esa razón decidimos también en base a lo que tenemos en el menú, como si fuera un restaurant. No podés ir a una parrilla a pedir sushi...y en la vida es lo mismo, o al menos funciona de la misma forma. Por eso, a veces es mejor evitar el hecho de mirar fotos viejas con gente que ya no está, ya sea porque se murió o porque se alejó. No sirve, sobre todo si estás particularmente sensible. Si lo tomás como un grato recuerdo y la cosa queda ahí, es distinto el enfoque.
Todos miramos atrás alguna vez, y nos arrepentimos de lo que hicimos o dejamos de hacer, pero eso ya pasó, y seguramente si nos fue mal en algo, pagamos las consecuencias y con eso ya es suficiente. Lo importante es que nadie te diga quién tenés que ser, o mejor aún, no hacer caso a esas necedades. Un consejo se puede tomar en cuenta, pero una elección de vida no. Cualquiera de ustedes que en este momento me están leyendo, ya han celebrado su cumpleaños o aún les falta unos meses para esa fecha. Lo único que les puedo recomendar, es que compartan esa fecha con gente que los quiera de verdad, porque son ellos los que estarán en las instancias complicadas o difíciles donde más de uno se borra o no contesta el teléfono, o hace la vista gorda. Si algún día te toca estar internado en la cama de un hospital, comprenderás quiénes son tus verdaderos amigos. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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