8 de junio de 2022

Momentos asfixiantes

 A medida que avanza la semana, como reza el refrán, "los melones se acomodan solos". Pero no basta con dejarse llevar, hay que seguir una dirección y luego sí, puede que haya cosas que surjan y que son fruto del azar. En líneas generales, estoy satisfecho en lo profesional cuando escribo una nota que considero bien hecha, porque por más que uno le ponga voluntad, eso no siempre es posible. Y tener una primicia, siempre suma para el diario, aunque lo tomo con pinzas. Hay que chequear, porque conseguir una supuesta información antes que el resto y después verte obligado a desementirla, no es la idea. Más de una vez, alguien me dice "te tiro una primicia" que en realidad termina siendo una boludez que sólo le interesa a él/ella difundirlo. 

Esto tiene mucho que ver con cambiar el chip, la forma de pensar. Vos debés competir para alcanzar lo que suele decirse "tu mejor versión", no para sacar chapa ante tus colegas. ¿Hay quienes lo hacen? Sin duda que sí, pero no es mi  manera de manejarme. Está bueno que te pasen un dato, pero hay que ver qué tan relevante es. 

Los "me gusta" o seguidores de la página me los gané porque esa gente que quizás ni me conoce confía en mí, y si por algún motivo dejan de seguirme, me daré cuenta de que es momento de cambiar el rumbo y brindar contenidos más atractivos. Hay noticias locales que se repiten en todos los medios y eso ocurre porque forman parte del acontecer del pueblo, es insoslayable. Marcan la diferencia es el gran desafío que me propongo con frecuencia. Ocasionalmente publico notas regionales, que no hablan estrictamente de Lobos pero que despiertan interés porque se trata de decisiones o medidas que adopta la Gobernación, y siendo parte de una Provincia, eso que sucede en La Plata nos afecta o no. Tenemos que hacer un reclamo colectivo con respecto a las obras sociales, hace tiempo ya que vengo pensando en eso, porque todos ponemos guita para solventarlas y no hay prestadores, ni entregan la medicación como corresponde, o hay que trasladarse a otra ciudad para realizarse un estudio médico que bien podría hacerse aquí. Y aunque no se note tanto, con las prepagas también pasa lo mismo, hasta que la gente se cansa de pagar o se muere antes. 

Y haciendo un poco de filosofía barata, pienso que la vida es muy corta para dejar pasar la oportunidad de vivir placeres sencillos. Y que no son los más estereotipados, como el aroma del café o el olor de la tierra cuando comienza a mojarse por la lluvia. Esas cosas tienen un determinado olor que se nos antoja agradable, nada más, no hay mucho misterio en eso. Abundan los escritores de los cuales ya nadie se acuerda, y probablemente cuando estaban vivos tampoco eran tan talentosos, como Sabato, o Mario Benedetti. No escriben "mal", en el sentido de que su obra ha sido correcta en general y supieron ganarse un segmento del público. Pero esto es todo: Quizás no habría razón para culparlos si es que nunca tuvieron otra aspiración. Cuando vas a una biblioteca pública y ves estantes repletos de libros apilados, sería, de algún modo, como la tumba del escritor. El escritor muere allí, hasta que alguien lo rescate del olvido y le pida a la bibliotecaria un determinado título. Puede suceder, también, que para sacarse de encima a ese autor, lo terminen liquidando a un precio irrisorio en las mesas de saldos de las librerías, o en las propias ferias de ejemplares usados.

 Ahora, el que escribe pensando en un best seller, monta su estructura narrativa de otra manera, porque tiene renombre, un contrato con una editorial que se supone que es importante, por lo tanto ese libro debe ser replicado por los diarios, por las revistas culturales, por el "boca a boca", y alcanzar una masividad que se traduzca en ventas. Lo que conocemos como "cultura", también se vende, aunque los puristas busquen negarlo,  pero no como un kilo de pan, porque la estrategia para llegar al gran público debe ser distinta. Más de una vez asoma la sospecha de que los críticos de literatura o de cine reciben una "platita" para hablar bien de tal o cual obra. Realmente no me consta, pero he visto a cada bazofia que previamente fue aclamada por la crítica, que no me parece descabellada esa hipótesis. Y otra pregunta final: ¿Puede un best seller tener valor literario más allá de cuánto venda? Sí, puede suceder, pero no es lo más frecuente. Esos libros que la gente compra con voracidad (si le da el bolsillo porque son bastante caros), terminan sirviendo para adaptar guiones de películas, que obviamente, persiguen  un objetivo comercial más evidente, son las que conocemos como "pochocleras". Vas al cine, y con 90 minutos o poco más podés ver alguna semejanza con ese libro, porque siempre se hace una adaptación que en algunos casos dista mucho del texto originalk y hasta el propio autor se siente que lo tomaron por boludo. Por eso, promover el acceso de lo que denominamos "cultural"; es fundamental. Nadie en este país puede gastar en un libro nuevo, de $ 2.000 en promedio, cuando con esa guita puede comprar algo de carne para comer. Las prioridades las fija el contexto de la sociedad y del país en general, lo demás es pura cháchara. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 


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