13 de junio de 2015

Los Beatles, diamantes eternos


Sábado soleado en la ciudad, aunque con baja temperatura. Creo que ya lo comenté en otro texto, pero Los Beatles forman parte de mi vida desde hace bastante tiempo. Mi amigo Pablo, que vive en Puerto Madryn, me hizo escuchar las primeras canciones cuando estábamos en la Secundaria. En aquel tiempo yo los aborrecía, quizás porque cuando alguien te insiste con algo, lo que consigue es el efecto opuesto. Pero ahora puedo decir que a los héroes de Liverpool los aprendí a querer, no me caben dudas de que fueron la banda de rock más grande de todos los tiempos. Pero no soy obsecuente o fanático acérrimo. Por caso, terminé dándome cuenta que del famoso "Album Blanco" (1968), sólo hay un puñado de canciones que me gustan, lo cual es demasiado poco para un álbum doble. En cambio, ahora estoy escuchando uno de los discos más cuestionados de los Fab Four, "Let It Be" (1970). Y debo decir aunque no es el mejor material que hicieron, pese a que ya estaba todo mal entre ellos, se las arreglaron para que el final fuera digno, con un disco bueno, que superó mis expectativas.  Los Rolling, si bien me gustan, no alcanzaron nunca la creatividad y la belleza de las melodías de Los Beatles.

Volviendo al "Let it Be", dudé antes de comprarlo, precisamente por lo que acabo de exponer, que nunca recibió buenas críticas. Pero, como digo siempre, "el gusto no se discute". Está claro que este álbum no es lo mejor que han hecho, pero aún así logra ser mejor a cualquier banda del siglo XXI. Tal vez resulte exagerado afirmar algo semejante, pero lo veo de esa  manera cada vez que escucho a Lennon o a McCartney. Y su capacidad para componer temas que perdurarán por generaciones. Punto final.

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