Todo el tiempo vas cambiando, aunque no te des cuenta. Un día quizás descubriste a Los Beatles, te fascinaron, te compraste todos los discos, hasta que te aburriste y a otra cosa. Un día decidiste que la comedias románticas no iban más con vos, y empezaste a ver películas de acción. Hace dos años votaste al FPV, y ahora pensás hacerlo por otro partido (o a la inversa). Y está buenísimo que esto suceda, que dejes de hacer lo mismo de siempre para abocarte a nuevos proyectos, y que te propongas hacer algo para sentirte mejor.
Pero...una cosa es cambiar, y otra es ser bipolar. Una cosa es tener un período de transición, y otra es cambiar de humor (o de conducta) sin ningún sentido. Por lo general, la gente que es bipolar no se da cuenta de su condición hasta que alguien de su entorno se lo hace saber. Y no es fácil lidiar con alguien así, del mismo modo que no es fácil lidiar con un enfermo mental.
Recuerdo aquellos versos de "Trátame suavamente", de Soda Stereo:
"te comportas de acuerdo/con lo que te dicta, cada momento/ y esa inconstancia no es algo heroico/ es más bien algo enfermo"
La letra pertenece a Daniel Melero, quien posteriormente se convirtió casi en el "cuarto miembro" de Soda. Y sintetiza mejor que nadie ese grado de locura, que en rigor de verdad tenemos todos los argentinos: comportarnos de acuerdo con los que nos dicta cada momento. Punto final.
